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jueves, 8 de octubre de 2015

El Sacerdocio de la Ciencia XXXV - El Teorema de Goebbels

Los lectores de esta serie ya podrán haber sacado la conclusión de que ser un difusor más o menos profesional de la doctrina seudo-escéptica es ser un propagador de falsedades.

El presente artículo demuestra la generalidad de este axioma, analizando los dichos de uno de los mayores difusores de la doctrina seudo-escéptica en México.


I - El Cientifiquísimo Autor

Mario Méndez Acosta es ingeniero civil aunque su ocupación más conocida es la de periodista. Entre su currículum se puede destacar:

   - Presidente de Club de Periodistas de la Ciudad de México
   - Miembro fundador de la Asociación Mexicana de Ciencia Ficción y Fantasía.
   - Presidente de la Sociedad Mexicana para la Investigación Escéptica
   - Miembro del comité editorial de la revista Pensar.

Nuevamente y como en muchos casos analizados anteriormente en esta serie, uno supondría que es una persona altamente fundamentada en lo que dice, con una capacidad de sustentar sus afirmaciones y explicar adecuadamente los temas que aborda.


II - Hay De Magias A Magias

En el artículo MAGIA HOMEOPÁTICA, Méndez Acosta aborda el tema de la homeopatía. Y como es debido para un texto que intenta educar al público ignorante, empieza por el principio:

"A la opinión pública se le ha ocultado con gran habilidad que la mayoría de las llamadas medicinas alternativas se basan de manera exclusiva en conceptos má­gicos primitivos y anticientíficos, y ello es especialmente cierto en el caso de la homeopatía."

No bien empezar el texto, Méndez Acosta deja muy clara su "preocupación" por el origen mágico de la homeopatía, dando a entender que una disciplina con ideas esotéricas no sólo es anticientífica sino falsa por definición.

Sin embargo, es muy notable que cuando no se trata de la homeopatía, Méndez Acosta no es tan purista en el origen filosófico de un concepto. Por ejemplo veamos el caso ( citado en este artículo ) de algunas de las ideas de Isaac Newton respecto de sus descubrimientos, incluida la gravedad:

"Adicionalmente a intervenir para re-formar el sistema solar, Newton invocó la intervención activa de Dios para prevenir que las estrellas cayeran unas sobre otras, y quizá para prevenir que la cantidad de movimiento en el universo decayera debido a la viscosidad y fricción. En correspondencia privada Newton algunas veces dió idea de que la fuerza de Gravedad se debía a una influencia inmaterial
...
La gravedad explica los movimientos de los planetas, pero no puede explicar quién puso los planetas en movimiento. Dios gobierna todas las cosas y sabe  todo lo que es o puede ser hecho. Oposición a la Divinidad es ateísmo en profesión e idolatría en práctica.
...
El ateísmo es tan insensato y odioso a la humanidad que nunca tuvo muchos  profesantes"

Es evidente que hay un componente religioso fundamental tras la concepción de Newton de la Naturaleza y sus leyes. Pero ( al igual que el resto de los seudo-escépticos "preocupadísimos" por el psora y otros conceptos "mágicos" ) Méndez Acosta nunca menciona tal aspecto al referirse a la gravedad, como se puede observar en este artículo suyo:

"Por su parte, la materia común y corriente, con masa positiva, atraerá gravitacionalmente tanto otros objetos de masa positiva como aquéllos de masa negativa."  

La lectura de ese artículo muestra claramente que Méndez Acosta no tiene problema alguno con la gravitación o, por extensión, con Isaac Newton.

Tal conducta hipócrita y simuladora muestra sin más pérdida de tiempo cuáles son las verdaderas intenciones de los "preocupadísimos" "cientifiquísimos" al hablar de las ideas filosóficas pasadas de moda en los orígenes de la homeopatía.


II - Está Bien Que Son Medio Brutos Pero...

Dice Méndez Acosta:

"Cuando un médico ordina­rio tiene, por ejemplo, que debatir en los medios electrónicos con los proponen­tes de la medicina homeopática, no pue­de en realidad hacerlo, pues ignora las inauditas bases de esta peculiar terapéu­tica y hasta acepta que los homeópatas califiquen a la medicina científica con el término de 'alopatía'"

Es difícil entender qué pretendía decir Méndez Acosta con esta parte de su texto. Pareciera querer hacer creer que un médico no puede fundamentarse adecuadamente en el tema que pretende debatir.