domingo, 25 de diciembre de 2016

El Sacerdocio de la Ciencia ILIX - Lentejas Seudo-escépticas II

En este artículo abordaré nuevamente el caso del doctorado Silva Ayçaguer y sus matemáticas seudo-escépticas.


I - Los Obispos No Atendemos Peladaje

Como se recordará, en este artículo reseñé el caso del doctorado Luis Carlos Silva Ayçaguer, donde se exponía cómo los seudo-escépticos ( y Silva Ayçaguer en particular ) son capaces de traspasar la frontera de las matemáticas con tal de atacar al objeto de su odio ideológico.

La continuación de esa historia empieza cuando zet1 alude a Silva Ayçaguer en este comentario de un artículo del sitio cubano Juventud Técnica como parte de la respuesta a otro comentarista. Silva Ayçaguer acude a la discusión pero al típico estilo de los seudo-escépticos, no responde de frente y con solvencia pofesional y ética, sino que prepara su salida planteando el mundo alrevés:

"Personalmente no considero muy ético que alguien que se escuda en un seudónimo (es el caso de “zet1”) haga aportes donde se aluda personalmente a quienes prefieren dar sus opiniones de manera clara, sin subterfugios, comunicando sus nombres y apellidos."

Según Silva, el tema ya no es que él intente engañar al público con afirmaciones que se autodenuncian en su falsedad por ser matemáticamente absurdas, sino que ahora lo importante es la forma de la denuncia.

Esta manera de distraer la atención hacia formalismos y nimiedades para evitar el fondo que le perjudica e intentar colocar al adversario en desventaja, es muy típica del pensamiento de derecha y una práctica fundamental del seudo-escepticismo. Recordemos el caso arquetípico ( analizado en este artículo ) donde la Corte de Apelaciones de California ( EEUU ) dijo de una organización fachada de ataque a la homeopatía:

"En apelación, NCAHF reconoce que, bajo la ley actual de California, un demandante de publicidad falsa lleva la carga de probar que la afirmación publicitaria del defensor es falsa o engañosa. NCAHF discute, sin embargo, que deberíamos traspasar la carga de la prueba al defensor para facilitar la campaña contra el fraude de salud"

En su corrupción que traslapa la demencia, los seudo-escépticos pueden incluso pedir a una corte que viole principios jurídicos básicos para ayudarlos en su cacería de brujas.

En el caso que nos ocupa, esta hipocresía de derecha aumenta su relevancia si se considera que Silva es un uruguayo radicado en Cuba, nación campeona del socialismo y que lo ha defendido a cualquier costo.


II - En Mi Obispado Sólo Yo Doy Sermones

La actitud condescendiente de Silva se esfuma cuando yo intervengo para señalar que no sólo los seudónimos son perfectamente legítimos y muy usados en periodismo incluso para presentar información sensible, sino que Silva pretende levantar una cortina de humo para evitar discutir su absurdo matemático.

En lugar de aprovechar la oportunidad para discutir de frente y con fuerza moral, Silva se hace del delito aún más:

"Lo que saco en claro es: lo más fecundo es prescindir de responder las patéticas diatribas o divagaciones de quienes se esconden en pseudónimos. Solo inserto dos precisiones antes de dejar este tema y destinar mi tiempo a cosas serias"

Y como se puede revisar, Silva vuelve a omitir tocar el tema, hablando de las pruebas a fármacos y de su pretendida propuesta para probar la efectividad de la homeopatía.

Nuevamente, su conducta habla más de lo que él quisiera. Sobran los ejemplos de seudo-escépticos con y sin doctorado que, cuando son presionados para que sustenten sus afirmaciones fraudulentas, explotan con divina indignación y huyen si no pueden ejercer la censura, que es su salvadora en la mayoría de las ocasiones.  Casos como  el de Xavier Giménez Font, el de Manuel Cros, o el de Jesús Barcala son apenas unos cuantos de la enorme cantidad que he documentado en este blog.


III - Malditos Protestantes