sábado, 27 de febrero de 2016

El Sacerdocio de la Ciencia XXXIX - Lentejas Seudo-escépticas I

La ignorancia profesada, que es la profesión o práctica intencional y esforzada de la ignorancia, es una característica fundamental del seudo-escepticismo. Sin este elemento ideológico no pueden entenderse ni el seudo-escepticismo como fenómeno global ni los comportamientos particulares de seudo-escépticos individuales.

En este artículo analizaré esta característica através de un caso particular.


I - Un Artículo Más

En su artículo El pensamiento científico y la homeopatía: una crónica bicentenaria, el investigador radicado en Cuba Luis Carlos Silva Ayçaguer acomete la versión seudo-escéptica del Hajj musulmán: hacer un artículo donde "explica" la homeopatía y su relación con "la ciencia".

Hay al menos dos versiones de esta santa tarea:

Una es la descarnada que muestra con total claridad el odio virulento que sienten la mayoría de los seudo-escépticos por la "seudociencia", y muy especialmente por la homeopatía.

La otra versión es esa que, con mayor o menor hipocresía ( no tengo forma de saber qué piensan realmente quienes escriben eso ), habla de la imparcialidad y la ética de la ciencia, que está fundamental e irremisiblemente enfocada a encontrar la verdad comprobable de las cosas, antes de propagar exactamente las mismas mentiras y sofismas que su hermana más honesta.

El artículo de Silva pertenece a esta última categoría, iniciando con una razonable exposición tanto de la ética científica en el área de la salud como de algunos aspectos de la realidad de la medicina oficial:

"Aunque en medios especializados es bien conocido que el número de medicamentos realmente útiles para encarar los problemas del 99% de la población no pasa de varias decenas, la epidemia del uso de fármacos podía desple-garse, por ejemplo, en la Europa de 1986, por medio de nada menos que unos 3.000 principios activos, 7.500 marcas y 18.000 formas farmacéuticas (2). En los 14 últimos años del siglo pasado la situación no hizo sino embrollarse aún más."

"Por otra parte, la práctica preventivista no ha estado exenta de críticas, como las que ha merecido en virtud de haber entronizado las pruebas de tamizaje a toda la población en riesgo de padecer alguna dolencia, práctica que genera muchas veces ansiedad y angus-tia innecesarias y que puede derivar a su vez en iatrogenia"

"La relación de los profesionales de la salud con el conocimiento científico es muy variable, pero cabe destacar tres grupos básicos. Hay algunos que simplemente tragan conoci-mientos (especialmente información que otros han elegido por él). Otros profesionales son capaces de digerir los conocimientos; esto quiere decir, que desean y pueden proce-sarlos críticamente. Un tercer grupo lo integran quienes adicionan a éstas dos capacida-des la de producir conocimientos; esto es: los que pueden hacer investigación científica exitosa.

Tras esta presentación que promete un trato científico del tema, Silva entra de lleno en la difusión de las mentiras típicas de la doctrina seudo-escéptica:

"...una potencia C6 significa que por cada molécula de la tintura ma-dre hay 1012 moléculas de agua...

Puesto que una dilución muy alta, como por ejemplo, una C6, asegura que en el producto final ya no quede ni una molécula de la tintura madre, la homeopatía afirma que el papel activo corre a cargo de "la memoria del agua": sus moléculas conservarían el recuerdo del producto activo que una vez estuvo en su seno, y éste sería suficiente para producir el efecto terapéutico.


El descubrimiento, en el siglo XIX, del físico italiano Amadeo Avogadro, que establece que la cantidad de masa presente en una molécula-gramo de cualquier sustancia ascien-de a (6,02) x 1023 moléculas, permitió conocer que cualquier principio activo, disuelto en agua a la usanza homeopática, produce un resultado del cual ha desaparecido por com-pleto ese principio activo."

Si resumimos los párrafos resaltados en sus ideas fundamentales y ordenamos las afirmaciones, tendríamos:

1- El límite de Avogadro es 6.02x10²³
2- Una potencia C6 es 10¹²
3- Una potencia C6 está por fuera de Avogadro

Es obvio entonces que para que la afirmación 3 fuera cierta, 10¹² tendría que ser mayor que 10²³

Quien se tome el trabajo de repasar los artículos anteriores de las series La Feligresía de la Ciencia y El Sacerdocio de la Ciencia, verá que muchas veces inicio los artículos con análisis de errores simples que muestran cómo la ignorancia profesada es tan fundamental en el seudo-escepticismo que sus adeptos mienten incluso en detalles absolutamente simples e innocuos para su causa debido a su necesidad de permanecer en el capullo protector de no investigar demasiado. El texto citado muestra tal característica en todo su esplendor:  

Silva es capaz de de explicar ( correctamente ) que una dilución 6C corresponde a una parte en 10¹² y luego decir que eso está por fuera del límite de Avogadro, a pesar de que en el siguiente párrafo detalla que tal límite está en el orden de 10²³.
 
Y la cereza del pastel seudo-escéptico sólo puede estar a la altura del caso: quien veladamente afirma que 10¹² es mayor que 10²³ tiene ( como se puede leer en su perfil ya apuntado ) un doctorado en ciencias matemáticas.


II - Doctorado En Doctoring

El resto del artículo de Silva no es cualitativamente muy diferente, si bien por momentos descendiendo a la sima de la canallez seudo-escéptica, ya que al parecer el investigador francés Jacques Benveniste concita en los seudo-escépticos los mismos sentimientos que los ultraconservadores mexicanos tienen por Juárez: un odio para el que ninguna calumnia es demasido.

martes, 16 de febrero de 2016

El Sacerdocio de la Ciencia XXXVIII - Fraude Científico II

En el artículo anterior de esta serie analizaba el caso de las afirmaciones de Edzard Ernst sobre la naturaleza y límites de la homeopatía. Pero hay una serie de eventos posteriores que conviene agregar al caso para entenderlo en forma más global y en su contexto.


I - El Fraude Confeso

Como se narró en el artículo anterior de esta serie, Edzard Ernst, referente ideológico de muchos en su guerra contra la homeopatía, es incapaz de ofrecer soporte científico a "su visión" de que la homeopatía de bajas potencias es en realidad seudo-homeopatía.

No contento con ello, pretende hacer de "su visión" un argumento válido en una discusión científica, sin poder argumentar su posición y recurriendo a la simulación y la hipocresía para demandar respuestas a su adversario en lugar de responder con peso y autoridad los cuestionamientos hechos a él, un comportamiento que según sus propias reglas planteadas en ese mismo artículo, es su admisión de culpa en el fraude científico constituido por sus afirmaciones sin sustento.


II - El Gurú De Los Doctorados

De lo ya relatado en adelante, el gurú de gente como la doctorada Guadalupe Nogués ( que según se narra en este artículo dice de los escritos de Ernst "No hay mucho más que decir que no esté acá ya" ) se dedicó a escurrir el bulto y a escenificar la copla infantil "no oigo, no oigo, soy de palo y con orejas de pescado".

Por ejemplo: tras este comentario, donde digo

"De modo que la conclusión es obvia: la definición del IGM es tan reconocida que está incorporada en la ley. ¿Cómo es que Ernst y muchos otros enseñan otra cosa?"

la respuesta de Ernst en el mismo hilo de discusión ( y tres días después ) es

"y LOL"

Quien se dé el mínimo trabajo de revisar las líneas de discusión ( si es que no cree en mis apuntadores y citas textuales ) podrá comprobar que no se trata de un fundamentado y racional experto que ya optó por ignorar las interpelaciones impertinentes de un caguengue. Mis interpelaciones ( como ya cité en el artículo anterior ya referenciado ) fueron serias y directas, con el específico interés de obtener respuestas claras a una posición importante de un líder seudo-escéptico de primera línea.