viernes, 2 de junio de 2017

El Sacerdocio de la Ciencia LIV - Embaucador a Palos



I - La Organización

La Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas ( APETP ) es una organización española que se presenta como:

"Somos un grupo de personas preocupadas por el auge de las terapias pseudocientíficas y del daño que están haciendo a la salud pública, aprovechándose de la falta de cultura científica en la mayor parte de la población."

Y aclaran

"Queremos dejar claro que nosotros ni estamos en contra de terapias naturales de resultados demostrados científicamente ni de los médicos naturistas que las apliquen. Siempre que asuman que ante determinadas patologías, sino hay mas remedio que aplicar tratamientos agresivos como por ejemplo la quimioterapia, se apliquen. Sin fanatismos."

Por supuesto que el pronunciarse contra los que se aprovechan de la ignorancia y hacer un llamado a evitar el fanatismo suena una posición de lo más razonable.

Para tal efecto, el sitio web de esta organización presenta una lista de terapias calificadas como seudocientíficas, la mitad de ellas con textos explicativos, entre las cuales está la homeopatía.

El autor de el texto sobre la homeopatía es Félix León García, que en el mismo texto se declara como "graduado en Ciencias Químicas por la Universidad de Sevilla, máster de Estudios Avanzados en Química y doctorando en el Instituto de Investigaciones Químicas Isla de la Cartuja, perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)".

Con tales pretensiones y como en muchos casos analizados en este blog, uno supondría que tanto León García como la APETP deberían ser fuentes, si bien críticas, con sólidos fundamentos en los aspectos objetivos de la discusión sobre las terapias ennumeradas y en específico sobre la homeopatía, la más conocida y popular de todas ellas.

En las siguientes secciones veremos cómo se relacionan tales presunciones con la realidad.


II - ¿Para Qué Aplazar Lo Inevitable?

Comienza León García:

"La homeopatía es una medicina alternativa creada por el alemán Samuel Hahnemann en 1796. Se clasifica como una pseudoterapia puesto que no ha sido capaz de demostrar su efectividad en ningún ensayo científico riguroso, y a pesar del rechazo de la comunidad científica, la homeopatía cuenta con un gran número de seguidores."

Como en la inmensa mayoría de los textos de este corte, encontramos que la conclusión antecede al planteamiento y los datos, y el autor apenas pierde tiempo antes de dirigir a los lectores hacia el mensaje fundamental: la homeopatía no funciona y eso está probado por la ciencia.

Una vez que el público ha recibido una conclusión categórica y firme, León García da baños de pureza para que su público objetivo no vaya a creer que se le está induciendo a nada:

"En este artículo se presentarán los principios en los que se basa esta pseudociencia, analizados de forma objetiva desde un punto de vista bioquímico, dando la oportunidad al lector de valorar la validez de esta práctica tan extendida."

Aunque este ordenamiento pudiera parecer un detalle menor, el hecho de que este modelo es seguido al pie de la letra por la totalidad de los embaucadores seudo-escépticos augura muy malas cosas sobre la fundamentación de León García y su "análisis".


III - ¿Haehl Quién?

Dice León García:

"Comenzaremos por el primer postulado, “lo similar cura a lo similar”...Este simple postulado pareció convencer a un gran número de personas y Hahnemann comenzó entonces una serie de ensayos, en los que hacía ingerir a los sujetos sanos distintas sustancias de naturaleza muy variada; extractos vegetales, animales, venenos naturales, metales… fueron algunas de las sustancias probadas en humanos"

Compárese lo anterior con la cita ( ofrecida en este artículo ) del libro de Richard Haehl, el más notorio historiador de la obra de Hahnemann:

"En el año 1789 él investiga en el Instructions for Surgeons on Venereal Diseases el efecto del mercurio y mantiene la opinión, contraria a la suposición de la época, que el efecto del mercurio en el tratamiento de la sífilis consiste no en salivación, transpiración, diarrea o micción incrementada, sino en una peculiar "contra-irritación" del cuerpo, que él llama "fiebre mercurial" y que describe cuidadosamente en su condición más marcada. Esta "fiebre mercurial"...él opina es la antecesora de la cura de la sífilis - aquí, entonces, la primera sugerencia de desplazar un padecimiento por otro.
...
En 1790, él traduce el Materia Médica de Cullen...
...
En el siguiente año, 1791, aparece la traducción del Materia Médica de Monro. Aquí tambíen sus observaciones giran en la misma dirección, particularmente en el caso de la quina:

'Todas las sustancias que estimulan una contra-irritación y fiebre artificial, si son administradas inmediatamente antes del ataque, son tan específicamente disuasoras de la fiebre intermitente, sólo que por otra parte no son en todo caso tan seguras de usar'

Es claro que Hahnemann no ha encontrado todavía por completo un nuevo sistema de terapia en la forma de una Ley de Similares, aunque la dirección del camino está ya claramente vislumbrada."

Como se puede ver, la Ley de Similares no es un "simple postulado" que "pareció convencer a mucha gente" sino la conclusión de años de investigación y experimentación.

No sólo León García caracteriza a la Ley de Similares como una ocurrencia sin presentar ninguna referencia histórica para sustentar sus dichos, sino que contradice a la más importante de tales referencias.

De hecho, el difamar a Hahnemann y pintar sus ideas como ocurrencias absurdas de un tonto es uno de los esfuerzos fundamentales de los embaucadores seudo-escépticos, que no buscan discutir la homeopatía o dudar de su pertinencia sino dar la idea de que es algo tan tonto que no merece ni una ojeada.

Muestra de ello son los casos de Jesús Barcala ( narrado en este artículo ) o el de Milagros Pérez Oliva ( que se detalla en este artículo ), donde ambos seudo-escépticos se esfuerzan en dar el mismo mensaje ( aunque con mucho mayor descaro ) que León García apenas sugiere.


IV - Las Matemáticas Nos Odian!

Dice León García:

"Hahnemann pensaba que diluir el principio activo, es decir, coger una pequeña cantidad del principio activo y llevarlo a un gran volumen de agua, haría que éste fuera más potente. En el proceso se coge una parte del principio activo y se mezcla con 99 partes de agua, obteniendo lo que se denomina una dilución 1/100. Posteriormente se coge una parte de esta nueva dilución y se mezcla con otras 99 partes de agua, de forma que el “principio activo” original se encuentra ahora diluido 100000 veces."

Es irónico que los seudo-escépticos con grados académicos superiores sean puestos en evidencia en los puntos donde su posición debería ser más fuerte, o sea donde hay cálculos o demostraciones matemáticas de por medio. Y León García no logra ser la excepción que confirma esta regla.

Quizá se podría argumentar que el que León García afirme que 100² = 100,000 es una simple errata. Lo "curioso" es que las "erratas" de los embaucadores seudo-escépticos siempre caen del lado que les conviene para hacer parecer más notorios sus puntos.

El de Ciencia Cierta/Tortosa y el de Claudi Mans Teixidó son apenas dos de las decenas de casos documentados en este blog donde los órdenes de magnitud siempre se pasan al lado "correcto" para que los embaucadores "mejoren" su explicación.

Pero supongamos que esto es efectivamente inocente y sólo mala suerte de León García. Entonces nos topamos con la verdadera mentira.

Recordemos que León García primero dice:

"Hahnemann pensaba que diluir el principio activo, es decir, coger una pequeña cantidad del principio activo y llevarlo a un gran volumen de agua, haría que éste fuera más potente."

y luego pasa a describir las dos primeras diluciones de un producto homeopático.

Comparemos lo anterior con la siguiente cita de la Universidad Bates ( ofrecida originalmente en este artículo ):

"1- Dilución Simple ( Método de Factor de Dilución basado en proporciones )

Una dilución simple es esa en la que un volumen unitario del material líquido de interés es combinado con un volumen apropiado de un solvente líquido para obtener la concentración deseada. El factor de dilución  es el número total de volúmenes unitarios en el que el material será disuelto. El material diluído debe ser entonces perfectamente mexclado para conseguir la verdadera dilución. Por ejemplo, una dilución 1:5 ( verbalizar como dilución "1 a 5" ) implica combinar 1 unidad de volumen de soluto ( el material a dluir ) + 4 unidades de volumen del medio solvente ( por lo que 1 + 4 = 5 = factor de dilución ). El factor de dilución está frecuentemente expresado usando exponentes: 1:5 sería 5e⁻¹; 1:100 sería 10e⁻² y así sucesivamente.

2 - Dilución Serial

Una dilución serial es simplemente una serie de diluciones simples que amplifica el factor de dilución rápidamente, empezando con una pequeña porción inicial de material ( cultivo bacteriano, sustancia química, jugo de naranja, etc ). La fuente de material de dilución ( soluto ) para cada etapa viene del material diluído del paso de dilución previo. En una dilución serial, el factor de dilución total en cualquier punto es el producto de los factores de dilución individuales de cada etapa que condujo a él."

Como se puede ver, "coger una pequeña cantidad y llevarlo a un gran volumen de agua" es una dilución simple, mientras que el proceso que León García describe a continuación es una dilución serial, que no requiere un gran volumen de agua.

No sólo no es posible que una dilución sea simple y serial al mismo tiempo, sino que es inverosímil que un doctorando en química no lo sepa.

¿Cuál puede ser la razón de que un doctorando parezca no tener Ni Puta Idea(MR) de los tipos de dilución, algo aparentemente absurdo?

Para entenderlo, podríamos leer en este artículo la cita del seudo-escéptico Eduardo Sánchez Lara, que dice:

Preparar una disolución así es matemáticamente posible pero físicamente complicado y muy inexacto e incluso imposible si se trata de concentraciones 30CH o 60CH que fueron las más usada por Hahanemann. Es imposible porque el límite molar sería la concentración 12CH, a la cual ya solamente habría una fracción de la molécula del principio activo."

Una evidencia más que termina de aclarar el caso es la presentada en este artículo, donde se cita a un seudo-escéptico diciendo:

¡Que locura, para poder hacer una 2C necesitaremos cerca de una tonelada de disolvente por cada gramo de agua!

Por eso resulta imposible seguir diluyendo, sólo como ejemplo para poder hacer una 30C (una de las mas comunes) necesitamos tener ¡15,000 veces la masa del Sol! Ridículo a más no poder. Pero los homeópatas te quieren vender humo y el cuento."

Juntando esta evidencia es obvio que la intención de los embaucadores seudo-escépticos es engañar al público ignorante y estúpido al que se dirigen, confundiéndoles los dos tipos de diluciones para hacerles creer que como la dilución simple equivalente es impráctica o de plano imposible, la dilución serial realmente practicada es también imposible.

El hecho de que el doctorando en química León García sea muy sutil y apenas sugiera el engaño no lo hace menos cómplice del fraude por que su intención de engañar es la misma.


V - Pero Si La Historia Ni Ciencia Es!

Dice León García:

"Este proceso se repite muchas veces, tantas que al final, en las últimas diluciones, es prácticamente imposible encontrar ni una sola molécula del 'principio activo' original."

Compárese lo anterior con la investigación arbitrada del Instituto para la Historia de la Medicina, parte de la Fundación Robert Bosch ( citada en este artículo ):

"Desde una perspectiva histórica, los modos predominantes de prescribir han cubierto el espectro completo desde el uso de bajas potencias ( incluyendo tinturas madre ) hasta el uso exclusivo de potencias muy altas.
...
En 1948, por ejemplo, el médico homeópata Karl Saller registró las medicinas homeopáticas más usadas en el Hospital Homeopático Stuttgart, listando en total 150 medicinas. Muchas de ellas (24) fueron administradas como tinturas madre, más comúnmente se administraban bajas potencias que iban de 2X a 4X. Alfons Stiegele (1871—1956), el director de este hospital y clínico homeópata líder, usualmente no prescribía potencias arriba de 15X".

Otro de los esfuerzos fundamentales de los embaucadores seudo-escépticos es hacer creer a su público que la homeopatía sólo se compone de ultradiluciones, lo que facilita su engaño al no tener que explicar cómo es que concentraciones similares a las hormonales o incluso mayores son inoperantes.

Como he mencionado en artículos anteriores, el engaño varía según las preferencias o el grado de corrupción personal del embaucador particular.

Por ejemplo ( según se narra en este artículo ) la seudo-escéptica María Docavo piensa que nadie se va a dar cuenta que el mínimo de 12 diluciones que ella inventa coincide justamente con el límite impuesto por el Número de Avogadro.

Otro seudo-escéptico, Alfredo Caro Maldonado, prefiere correr menos riesgos y ( como se cita en este artículo ) sitúa el mínimo en 30.

Por alguna razón, León García evita esos niveles de descaro y nuevamente deja la mentira en la simple sugerencia.


VI - ¿Nature? Yo Sólo Leo El ABC

Dice León García:

"Y es éste precisamente el principal motivo por el que la ciencia moderna y la homeopatía no pueden ponerse de acuerdo, y es que, ¿cómo podemos esperar que funcione un medicamento que no presenta ni una sola molécula de principio activo?"

Compárese lo anterior con este artículo de la edición india de la prestigiosa revista Nature:

"Investigadores han descubierto que drogas homeopáticas muy altamente diluídas pueden modificar la expresión de genes en células de cáncer cervical.
...
Las drogas homeopáticas activaron una cantidad de genes, activando apoptosis —un proceso que mata células cancerosas en una forma controlada. Las drogas indujeron la muerte celular alterando la metilación del ADN, un proceso epigenético que es conocido por modificar la expresión de genes sin cambiar las secuencias de ADN.


De todos los genes relacionados al cáncer, se encontró que un gen marcador llamado SMAD4 fué activado por las drogas homeopáticas. El gen dispara una cascada de eventos celulares que eventualmente suprimen el crecimiento tumoral"

Como se puede ver, la ciencia moderna no sólo se pone de acuerdo con la homeopatía, sino que hay investigaciones reseñadas en medios de primera línea sobre la realidad de las ultradiluciones homeopáticas.

Como todos sus correligionarios y a pesar de sus grados académicos, León García afirma cosas falsas en el mejor de los casos por que es incapaz de investigar debidamente los temas sobre los que pretende dar lecciones.


VII - Si Ernst Se Hubiera Muerto En Lugar De Benveniste, No Me Pasaría Esto

Dice León García:

"En resumen, la homeopatía, a pesar de su popularidad, no ha sido capaz en ninguna ocasión de demostrar su validez en ensayos clínicos, más allá de la de los simples placebos [3]"

Como se puede comprobar, la referencia [3] es un artículo de Edzard Ernst publicado en 2002 que hace una revisión de otras revisiones y concluye:

"En conclusión, la hipótesis de que cualquier remedio homeopático dado conduce a efectos clínicos que son relevantemente diferentes del placebo o superiores a otras intervenciones de control para cualquier condición médica, no está soportado por evidencia de revisiones sistemáticas."

Compárese lo anterior con la cita ofrecida en este artículo sobre otro artículo de Ernst, este publicado en 2007:

"La evidencia para el desorden de deficiencia de atención/hiperactividad y diarrea infantil aguda está mezclada, mostrando tanto resultados positivos como negativos para sus respectivas mediciones principales."

No hay que olvidar que Ernst es el protagonista del episodio ( narrado en una serie de artículos que empieza con este ) donde resulta que su soporte "científico" para la afirmación de que las bajas potencias son seudo-homeopatía es

"No ( quise ) decir que, porque son raramente usadas, debieran ser llamadas seudo-homeopáticas. Y también añadí EN MI VISIÓN. ¿No me permite ud. tener mi visión?"

De modo que tenemos que León García no sólo intenta engañar al público ignorante confundiendo tipos de diluciones sino que escoge como referencia un artículo obsoleto de un autor que además es un charlatán.


VIII - Si Todo Falla, Asústalos Con El Coco

Dice León García:

"Y si bien es cierto que un medicamento homeopático en sí mismo no puede causar daño alguno, el uso de estos remedios en lugar de medicamentos reales puede marcar una gran diferencia. Prestar atención a este tipo de terapias, malgastando tiempo, energía y recursos es contraproducente y puede tener consecuencias fatales en algunos casos."

Ya que León García cree que Ernst es una referencia científica válida, podríamos contrastar sus dichos con los del médico alemán citados en este artículo:

"Y ese es el punto: los remedios homeopáticos más allá de la potencia C12 no contienen nada, las menos diluídas contienen de poco a muy poco, y las potencias D1 están apenas diluídas y por ello contienen cantidades sustanciales de ingredientes activos."

Obviamente una concentración importante de un principio activo puede causar bastante daño en una sobredosis, hecho conocido por los propios correligionarios de León García, por ejemplo el seudo-escéptico citado en este artículo, participante de los fraudes conocidos como "suicidios homeopáticos":

"Al revisar los ingredientes, encontramos extractos en cantidades significativas en torno a los milígramos, ofrecidos en disoluciones entre D2 y D5. Una sobredosis de estos bien podría haber sido fatal. Homeopáticamente, habrían sido disoluciones "débiles" (pues más "potente" sería mientras mayor disolución tuviese)."

Al intentar propagar la mentira de que la homeopatía es peligrosa por omisión, León García queda exhibido por correligionarios que al intentar sus propias variaciones del engaño anti-homeopático, dicen más verdad de la que León García quisiera.


IX - La Mentira Avergonzada

Si bien León García es extremadamente tímido en la mayoría de sus contribuciónes al engaño, el hecho de que aún así aborda la gran mayoría de los lugares comunes fraudulentos de la anti-homeopatía le gana su membresía al selecto club de la Charlatanería Doctoral, donde departe con otros que creen que su doctorado es una patente de corso para impulsar agendas ideológicas y aprovechan el nulo costo de mentir y engañar.

El hecho de que una organización que dice estar preocupada por el enfermo presente a un desinformador de estas dimensiones confirma su falsedad e hipocresía, asi como la idea de que todas estas son organizaciones fachada de fanáticos de la religión cientifista.


Conclusión

Dime de qué presumes y te diré de qué careces


Enlaces

Antecedente: Lucifer II
Continuación: Desinformación para Nicolás

No hay comentarios.:

Publicar un comentario