En un artículo anterior
de esta serie, se analizaba el caso de Miguel Ángel Méndez Rojas y su retractación de la afirmación de que la revista
Homeopathy no tiene revisión por pares y es sólo una simulación de ciencia.
En este artículo se analizarán algunas secuelas del caso.
I - La Relevancia
Quizá a algún lector podrá parecerle que es cansino e inútil estar documentando casos de seudo-escépticos y sus aberrantes dichos. Y en el caso de figuras conocidas como Mauricio-José Schwarz o Miguel Ángel Méndez, configura un elaborado ad-hominem rayano en la difamación.
Hay que tener en cuenta que son justo estas figuras, con sus tribunas de alta visibilidad y/o sus títulos académicos, quienes más rigurosos deberían ser y cuyos dichos más pueden influenciar , para bien o para mal, al público que no tiene claro qué es ciencia y creerá casi todo lo que esas figuras digan.
Habiendo visto el terrible efecto que causa la desinformación difundida por organizaciones fraudulentas, es del mayor interés revisar, y en su caso denunciar, las afirmaciones que las figuras visibles, amparadas en títulos y premios, arrojan al público ignorante y confiado de que esos títulos y premios garantizan la seriedad y confiabilidad, una confianza muy mal retribuida, como muchas veces hemos visto.
La denuncia hace que cuando menos haya un costo para la figura pública que cree que es muy fácil apoyar cultos arbitrarios disfrazándolos de conocimiento verificado, y en el mejor de los casos, educa al público hacia una verdadera cultura de la rigurosidad y la fundamentación, objetivo lejano pero que constituye la meta ideal que todos ( menos los que lucran de la situación actual, por supuesto ) deberíamos perseguir.
II - El Caso
El caso que nos ocupa es paradigmático: las cualificaciones de Méndez Rojas son cuando menos llamativas. Según la página de oferta académica de la UDLA:
Como dije en el primer artículo sobre Méndez Rojas:
III - La Impunidad Científica
Con todas estas acreditaciones y como se explica en ese primer artículo, Méndez Rojas se siente con un dedo de fuego científico lo suficientemente candente para afirmar que la revista Homeopathy carece de revisión por pares y sus artículos son simples fraudes científicos.
En un segundo artículo ( analizado aquí ), Méndez Rojas se retracta y admite que si hay revisión por pares en Homeopathy, pero lanza una nueva serie de infundios y calumnias, nuevamente sin más sustento que su cientifiquísima palabra, la misma que nos aseguraba lo que luego tuvo que retirar.
Su tercer artículo alusivo al tema resuelve muchas de las posibles dudas que quedaran de sus anteriores exposiciones:
Como se puede ver, nuevamente no hay absolutamente ninguna fundamentación o referencia.
Méndez Rojas no puede o no se atreve a decir por qué es engañoso el discurso de esos supuestos conspiranoicos.
No puede o no se atreve a decir cuáles son las prontas contradicciones en que caen esos aficionados.
No puede o no se atreve a decir cuáles son las mentiras que repiten.
No puede o no se atreve a decir cuál es un ejemplo de imitación de la ciencia y por qué es sólo una imitación.
No puede o no se atreve a decir cuál es la aparente lógica que no lo es y por qué no lo es.
En suma, Méndez Rojas, con todos sus doctorados y cátedras y premios de divulgación, no puede sustentar una sola de sus acusaciones.
Y como remate, y para no dejar dudas de que profesa esa religión tan denunciada y descrita en este blog, dice:
después de borrar todos los comentarios que lo ponían en evidencia. Los comentarios 1581, 1584, 1585, 1588, 1593, 1594 y 1595 de Zetetic1500, y 1589, 1599 y 1600 míos, donde se decían cosas como
desaparecieron de su página, mientras que otros nunca llegaron a ser validados, todo ello para evitarle al cientifiquísimo Méndez Rojas la humillación de ser rectificado, adoptando una característica más del el modus operandi de los seudo-escépticos más visibles: caer en la sicosis científica, donde ellos resultan ser los ofendidos cuando se señalan sus mentiras presumiblemente intencionales.
IV - El Mundo Al Revés
Olvidémonos de la retractación forzada que siguió a la afirmación ya citada de que Homeopathy no tiene revisión por pares . Las preguntas que uno tendría que hacerse son:
¿Cómo es que alguien con su nivel de instrucción y responsabilidad puede tranquilamente inventar algo que va exactamente en contra de todo lo que esa instrucción y responsabilidad significan?
¿Cómo es que después de ese papelazo y de sostener la mayoría de las mentiras en la supuesta retractación ya citada, puede alguien venir a sermonear sobre la charlatanería e impostura de los demás?
No se puede recurrir a una explicación simplista con la soberbia como justificación de esta cadena de comportamientos.
No hablamos aquí de hacer reconocer a un catedrático muy prestigiado que dijo aldehídos cuando debió decir aminas.
Estamos hablando de que un alto prelado de la Ciencia en México calumnia e inventa datos para alejar al público del objeto de su odio ideológico.
Y cuando es forzado a reconocer su mentira, lanza acusaciones vagas para hacer creer al público que finalmente y como siempre, él es el indignado defensor de la verdad y la razón, que los charlatanes conspiranoicos deforman y falsean. Recordemos sus palabras:
V - La Corrupción Como Estándar
La Religión de la Ciencia es el nombre que he dado a ese pastiche de conocimiento y superstición donde el componente fundamental es la disonancia cognoscitiva.
Los adeptos a este culto pontifican en las esquinas sobre la verdad indiscutible de la ciencia mientras ( como hace Méndez Rojas en los artículos aquí analizados ) inventan absolutamente cualquier cosa que calculen creerán sus lectores o alumnos, todo ello con tal de mantener los dogmas e iconos del Establishment Científico, e incrementar su influencia en la guerra de la opinión pública.
Y en ese esquema, es obvio que los profesionales y académicos con las credenciales más deslumbrantes son las piezas más valiosas para los poderes fácticos que reciben los beneficios de tales creencias, comportándose como un auténtico sacerdocio que dicta quién es santo y quién hereje sin mayor necesidad de justificarse.
La hipótesis de este artículo es que la Religión de la Ciencia debe estar muy difundida en el ámbito académico como para que alguien del nivel de Méndez Rojas se atreva a comportarse de esa forma. Y esta consideración tiene dos vertientes:
1 - La corrupción de la Religión de la Ciencia debe estar tan difundida que logra capturar suficiente proporción de académicos para permear todas las capas jerárquicas hasta llegar a los niveles posdoctorales.
2 - La corrupción de la Religión de la Ciencia debe estar tan difundida que permite alentar y solapar a quienes presentan comportamientos descarnadamente anticientíficos, descargándolos de la responsabilidad de sus títulos, especialmente en el contexto de sociedades profundamente corruptas, como la mexicana o la española.
Conclusión
En la ciencia práctica del mundo real, los títulos académicos e incluso premios institucionales pueden ser patentes de corso a sinvergüenzas y charlatanes. Sólo el contraste diligente y el examen caso por caso separan a los científicos de los embaucadores.
Referencias
Antecedente: El Sacerdocio de la Ciencia XXVII
Relacionado: El Sacerdocio de la Ciencia XXV
En este artículo se analizarán algunas secuelas del caso.
I - La Relevancia
Quizá a algún lector podrá parecerle que es cansino e inútil estar documentando casos de seudo-escépticos y sus aberrantes dichos. Y en el caso de figuras conocidas como Mauricio-José Schwarz o Miguel Ángel Méndez, configura un elaborado ad-hominem rayano en la difamación.
Hay que tener en cuenta que son justo estas figuras, con sus tribunas de alta visibilidad y/o sus títulos académicos, quienes más rigurosos deberían ser y cuyos dichos más pueden influenciar , para bien o para mal, al público que no tiene claro qué es ciencia y creerá casi todo lo que esas figuras digan.
Habiendo visto el terrible efecto que causa la desinformación difundida por organizaciones fraudulentas, es del mayor interés revisar, y en su caso denunciar, las afirmaciones que las figuras visibles, amparadas en títulos y premios, arrojan al público ignorante y confiado de que esos títulos y premios garantizan la seriedad y confiabilidad, una confianza muy mal retribuida, como muchas veces hemos visto.
La denuncia hace que cuando menos haya un costo para la figura pública que cree que es muy fácil apoyar cultos arbitrarios disfrazándolos de conocimiento verificado, y en el mejor de los casos, educa al público hacia una verdadera cultura de la rigurosidad y la fundamentación, objetivo lejano pero que constituye la meta ideal que todos ( menos los que lucran de la situación actual, por supuesto ) deberíamos perseguir.
II - El Caso
El caso que nos ocupa es paradigmático: las cualificaciones de Méndez Rojas son cuando menos llamativas. Según la página de oferta académica de la UDLA:
"El Dr. Miguel Angel Méndez-Rojas (Ciudad de México, 1973) obtuvo la licenciatura en Química, con especialidad en Fisicoquímica (Summa Cum Laude, promedio mas alto de su generación) por la Universidad de las Américas Puebla (1997), donde estudió como Becario Excelencia Jenkins (90%), realizando su tesis de investigación sobre electrosíntesis directa de compuestos de coordinación (bajo la tutela del hoy Premio Nacional de Química, Dr. Gabriel Gojon Zorrilla). Obtuvo el grado de doctorado (Ph.D.) en Química en la Texas Christian University, bajo la tutela del prestigiado cristalógrafo norteamericano William
H. Watson Jr (2001), recibiendo una Robert Welch Fellowship y una beca CONACYT durante este tiempo.
...
A través de distintas instancias (CONACYT, Fomix) ha recibido apoyos como responsable de proyectos de investigación por más de 2 millones de pesos y ha participado como colaborador en otros proyectos de investigación donde se han ejercido recursos por más de 20 millones de pesos. También participa y dirige distintos proyectos de divulgación científica y de enseñanza de las ciencias en niveles de secundaria, preparatoria y universitario entre sus proyectos de divulgación destaca ALEPH ZERO, una revista de divulgación de la ciencia.
...
Miembro del Sistema Nacional de Investigadores, Nivel II, desde el 2001. Medalla Compromiso con la Educación UDLAP, 2011. Premio Estatal de Ciencia y Tecnología en la categoría de Divulgación Científica y Tecnológica, 2013."
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A través de distintas instancias (CONACYT, Fomix) ha recibido apoyos como responsable de proyectos de investigación por más de 2 millones de pesos y ha participado como colaborador en otros proyectos de investigación donde se han ejercido recursos por más de 20 millones de pesos. También participa y dirige distintos proyectos de divulgación científica y de enseñanza de las ciencias en niveles de secundaria, preparatoria y universitario entre sus proyectos de divulgación destaca ALEPH ZERO, una revista de divulgación de la ciencia.
...
Miembro del Sistema Nacional de Investigadores, Nivel II, desde el 2001. Medalla Compromiso con la Educación UDLAP, 2011. Premio Estatal de Ciencia y Tecnología en la categoría de Divulgación Científica y Tecnológica, 2013."
Como dije en el primer artículo sobre Méndez Rojas:
"Uno supondría que con esas acreditaciones, estaríamos ante un modelo de rigurosidad y fundamentación sólida, donde cada afirmación estaría bien referenciada y sustentada por todas las evidencias necesarias, sin mencionar una amplia capacidad para argumentar y explicar los puntos cuestionados".
III - La Impunidad Científica
Con todas estas acreditaciones y como se explica en ese primer artículo, Méndez Rojas se siente con un dedo de fuego científico lo suficientemente candente para afirmar que la revista Homeopathy carece de revisión por pares y sus artículos son simples fraudes científicos.
En un segundo artículo ( analizado aquí ), Méndez Rojas se retracta y admite que si hay revisión por pares en Homeopathy, pero lanza una nueva serie de infundios y calumnias, nuevamente sin más sustento que su cientifiquísima palabra, la misma que nos aseguraba lo que luego tuvo que retirar.
Su tercer artículo alusivo al tema resuelve muchas de las posibles dudas que quedaran de sus anteriores exposiciones:
"Por todo lo anterior, resulta muy preocupante simplemente quedarse callado y cruzado de
brazos cuando aparecen (y últimamente aparecen más seguido) individuos que en distintas formas y con
discursos elaborados y engañosos, tratan de convencer a la gente sobre cómo la ?ciencia
oficial? está tratando de ocultar evidencias de la efectividad de un sinnúmero de supercherías. Algunos son ciertamente aficionados que caen prontamente en contradicciones y limitan el daño a solo unos cuantos que, por su
propio desconocimiento del tema o por la confianza que les inspiró el charlatán, terminan creyendo y repitiendo sus mentiras. Pero
también están aquellos que se especializan en imitar metodologías
científicas (pero sin la profundidad y seriedad del método y, peor aún, sin la ética necesaria para dar argumentos responsables y
sustentados) y confunden a la población, usando un lenguaje técnico, una argumentación
aparentemente lógica y ?sustentada? y, las más de las veces, asumiendo una posición aparentemente de objetividad ante el
?embate de la ciencia oficialista?, aquella que solo trata de negar cosas que no le conviene conozca el mundo en general."
Como se puede ver, nuevamente no hay absolutamente ninguna fundamentación o referencia.
Méndez Rojas no puede o no se atreve a decir por qué es engañoso el discurso de esos supuestos conspiranoicos.
No puede o no se atreve a decir cuáles son las prontas contradicciones en que caen esos aficionados.
No puede o no se atreve a decir cuáles son las mentiras que repiten.
No puede o no se atreve a decir cuál es un ejemplo de imitación de la ciencia y por qué es sólo una imitación.
No puede o no se atreve a decir cuál es la aparente lógica que no lo es y por qué no lo es.
En suma, Méndez Rojas, con todos sus doctorados y cátedras y premios de divulgación, no puede sustentar una sola de sus acusaciones.
Y como remate, y para no dejar dudas de que profesa esa religión tan denunciada y descrita en este blog, dice:
"Hay quienes no entienden el sarcasmo ni aunque les pongan un letrero. Y quienes creen que
su verdad es la única válida y finalmente, leen entre líneas lo que su psique distorsionada quiere. Chochos y baños de sol, es lo que necesitan, no seguir persiguiendose el
rabo."
después de borrar todos los comentarios que lo ponían en evidencia. Los comentarios 1581, 1584, 1585, 1588, 1593, 1594 y 1595 de Zetetic1500, y 1589, 1599 y 1600 míos, donde se decían cosas como
"Después de todo usted ha tenido que rectificar, pero le falto retractarse de las acusaciones de presunto fraude a los
investigadores que han publicado en Homeopathy."
"El inciso número dos NO es mi posición, es la posición de los que se denominan ?escépticos científicos?, he puesto el
inciso uno para contrastar la contradicción de ese movimiento. Si usted saca de contexto las frases, se puede inventar cualquier
cosa con tal de hacer un muñeco de paja."
"Habría que resaltar que, si bien Méndez Rojas se desdice de su invento de que Homeopathy no es revisada por pares, no dice nada
en este artículo sobre el resto de sus inventos, que serán menos concretos pero no son menos mentirosos:"
desaparecieron de su página, mientras que otros nunca llegaron a ser validados, todo ello para evitarle al cientifiquísimo Méndez Rojas la humillación de ser rectificado, adoptando una característica más del el modus operandi de los seudo-escépticos más visibles: caer en la sicosis científica, donde ellos resultan ser los ofendidos cuando se señalan sus mentiras presumiblemente intencionales.
IV - El Mundo Al Revés
Olvidémonos de la retractación forzada que siguió a la afirmación ya citada de que Homeopathy no tiene revisión por pares . Las preguntas que uno tendría que hacerse son:
¿Cómo es que alguien con su nivel de instrucción y responsabilidad puede tranquilamente inventar algo que va exactamente en contra de todo lo que esa instrucción y responsabilidad significan?
¿Cómo es que después de ese papelazo y de sostener la mayoría de las mentiras en la supuesta retractación ya citada, puede alguien venir a sermonear sobre la charlatanería e impostura de los demás?
No se puede recurrir a una explicación simplista con la soberbia como justificación de esta cadena de comportamientos.
No hablamos aquí de hacer reconocer a un catedrático muy prestigiado que dijo aldehídos cuando debió decir aminas.
Estamos hablando de que un alto prelado de la Ciencia en México calumnia e inventa datos para alejar al público del objeto de su odio ideológico.
Y cuando es forzado a reconocer su mentira, lanza acusaciones vagas para hacer creer al público que finalmente y como siempre, él es el indignado defensor de la verdad y la razón, que los charlatanes conspiranoicos deforman y falsean. Recordemos sus palabras:
"...aquellos que se especializan en imitar metodologías
científicas (pero sin la profundidad y seriedad del método y, peor aún,
sin la ética necesaria para dar argumentos responsables y sustentados)"
V - La Corrupción Como Estándar
La Religión de la Ciencia es el nombre que he dado a ese pastiche de conocimiento y superstición donde el componente fundamental es la disonancia cognoscitiva.
Los adeptos a este culto pontifican en las esquinas sobre la verdad indiscutible de la ciencia mientras ( como hace Méndez Rojas en los artículos aquí analizados ) inventan absolutamente cualquier cosa que calculen creerán sus lectores o alumnos, todo ello con tal de mantener los dogmas e iconos del Establishment Científico, e incrementar su influencia en la guerra de la opinión pública.
Y en ese esquema, es obvio que los profesionales y académicos con las credenciales más deslumbrantes son las piezas más valiosas para los poderes fácticos que reciben los beneficios de tales creencias, comportándose como un auténtico sacerdocio que dicta quién es santo y quién hereje sin mayor necesidad de justificarse.
La hipótesis de este artículo es que la Religión de la Ciencia debe estar muy difundida en el ámbito académico como para que alguien del nivel de Méndez Rojas se atreva a comportarse de esa forma. Y esta consideración tiene dos vertientes:
1 - La corrupción de la Religión de la Ciencia debe estar tan difundida que logra capturar suficiente proporción de académicos para permear todas las capas jerárquicas hasta llegar a los niveles posdoctorales.
2 - La corrupción de la Religión de la Ciencia debe estar tan difundida que permite alentar y solapar a quienes presentan comportamientos descarnadamente anticientíficos, descargándolos de la responsabilidad de sus títulos, especialmente en el contexto de sociedades profundamente corruptas, como la mexicana o la española.
Conclusión
En la ciencia práctica del mundo real, los títulos académicos e incluso premios institucionales pueden ser patentes de corso a sinvergüenzas y charlatanes. Sólo el contraste diligente y el examen caso por caso separan a los científicos de los embaucadores.
Referencias
Antecedente: El Sacerdocio de la Ciencia XXVII
Relacionado: El Sacerdocio de la Ciencia XXV
"donde ellos resultan ser los ofendidos cuando se señalan sus mentiras presumiblemente intencionales."
ResponderBorrarAlgo que he descrito tras por varios años, te pueden insultar, calumniar, amenazar y demás. Si se te ocurre escribirles algún insulto afirman que aquel que lo hace es que ya no tiene argumentos, borrando de su memoria que ellos lo hacen constantemente y liquidando sus propias pretensiones de "objetivad y neutralidad". Tienen un pensamiento dicótomo muy marcado en los asuntos relacionados al tipo de escepticismo que dicen seguir, o estás con ellas o estás contra ello y todo un ejercito imaginario de científicos (que representan todos o la mayoría de los científicos del mundo) que apoya supuestamente sus tesis.