"Porque te centras tanto en explicar que es un fraude el libro caballo de trolla?"
Javier Garduño, aficionado al seudo-escepticismo mejor conocido por su traducción del documento NCAHF sobre homeopatía, responde:
"Eso es fácil de responder: porque me importa y puedo hacerlo.
La pregunta sería entonces: ¿Por qué me importa?
Me importa porque yo mismo leí los libros, y sé de la emoción y esperanzas que causa en la gente. Personalmente creo que hay algo dañino ahí. Las esperanzas no son lo dañino, sino la manera en que han sido conseguidas: silenciando la verdad, cayendo en la tentación del auto-engaño. Lo que realmente se hace es menospreciar la búsqueda de la verdad en pos de una verdad acorde a nuestros deseos. Creo que eso es dañino."
Me importa porque yo mismo leí los libros, y sé de la emoción y esperanzas que causa en la gente. Personalmente creo que hay algo dañino ahí. Las esperanzas no son lo dañino, sino la manera en que han sido conseguidas: silenciando la verdad, cayendo en la tentación del auto-engaño. Lo que realmente se hace es menospreciar la búsqueda de la verdad en pos de una verdad acorde a nuestros deseos. Creo que eso es dañino."
I - El concepto
Garduño argumenta que la percepción de autoengaño es motivación suficiente para luchar por analizar y esclarecer un tema. Considera que el mantenerse en la mentira es un gran perjuicio y por ello él lucha por difundir las verdades sobre ese tema, esfuerzo que le parece merece todo el tiempo necesario y disponible.
Cuando Garduño dice
"Me importa porque yo mismo leí los libros, y sé de la emoción y
esperanzas que causa en la gente"
se puede entender muy fácilmente que el mismo Garduño abrigó la emoción y la esperanza de la que habla. Y que entonces conoce desde dentro esa creencia que resultó ser, según su conclusión posterior, una falsedad, por lo que su propia iluminación sobre esa falsedad es un motor muy importante de su tarea actual.
Lo cual para Garduño es completamente legítimo y justificable.
II - Mis conceptos no aplican a cualquiera
Dice Garduño respecto de la discusión del documento NCAHF traducido por él:
"Las referencias de ustedes son confiables. Sus interpretaciones
personales de lo que implican, no. Y por favor, no me salgas con que vas
a desenmascarar la pseudociencia del escéptico, te guste o no.
y que eso se consigue en la tira de comentarios de un blog poco
visitado. Reconozcan que hay algo patológico en su comportamiento. Algo
obsesivo y un asunto más personal que altruista."
Entonces ahora resulta que el insistir en develar los entresijos de una verdad y el engaño de los que tratan de mantenerse en "una verdad acorde a nuestros deseos" ya no es tan bueno ni tan aprobado.
No sólo eso: la motivación evidentemente personal que era legítimo motor de búsqueda de la verdad es en este caso mezquina obsesión y pura maldad.
¿Y cuál es la diferencia?
Pues que ahora son los otros los interesados en denunciar una verdad incómoda y Garduño el ideológicamente incomodado.
Y entonces ya lo que se obtiene de las evidencias no es la verdad que rompe el cómodo autoengaño de los estafados sino pura subjetividad perversa.
III - El cientifiquísimo doble rasero
Como he señalado en muchas ocasiones en este blog, el doble rasero a estos niveles de inmadurez y abyección es piedra basal de la doctrina seudo-escéptica y característica universal de la ideología de sus adherentes.
El ejemplo mostrado aquí es apenas típico de su clase y se repite por todos lados, en párrocos y feligreses por igual, los primeros enseñando y los segundos aprendiendo muy bien que la seriedad y la congruencia son ajenas a "la ciencia" y que se puede condenar en los demás lo que personalmente se practica con fervor.
Y entonces vemos que prácticamente cada aficionado propagador de la doctrina seudo-escéptica tiene serios problemas éticos cuando no médicos, llegando a extremos francamente patológicos para deformar los dichos y hechos de modo que se adecúen a sus dogmas, mientras están convencidísimos de ser rigurosísimos pensadores y buscadores de la verdad más pura.
IV - La hipocresía rebautizada ciencia
Otro contraste que ilustra la verdadera naturaleza de la ideología seudo-escéptica es el de la traducción del documento NCAHF.
A más de un año de habérsele señalado malas traducciones que deforman significativamente el sentido de lo que dice el documento original, Garduño no ha corregido una sola de ellas, posiblemente por que está muy ocupado pontificando sobre la búsqueda de la verdad.
Y desde luego se puede ver que en el mundo seudo-escéptico, el discurso y la pontificación son mucho más importantes que la realidad y la congruencia, incluso en cosas tan fáciles como corregir una decena de líneas de texto.
Eso o que en realidad la traducción miente a propósito y desde el punto de vista de Garduño no hay nada qué corregir porque el mensaje es exactamente el que se intenta dar.
Y entonces lo que es completamente falso es la pontifical cita que da origen a este análisis.
Conclusión
La doctrina seudo-escéptica se sigue mostrando como una de impostura e hipocresía.
Referencias
Antecedente: Ética Científicamente Prescindible
Continuación: Nomenclatura Engañosa
Relacionado: NCAHF y Sus Argumentos I
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