I - La descripción
En este artículo, el autor del blog Investigación, Desarrollo y espantajería hace una revisión del programa de Enrique Ganem, hablando de los diferentes aspectos percibidos del programa:
"A mí me encanta escucharlo por muchas razones. Primera, porque hace un
esfuerzo denodado por intentar que el ser humano medio entienda
custiones complejísimas de la ciencia.
...
Ayuda mucho a que me guste el programa la músiquilla que Enrique, como todos los lationoamericanos emite al hablar.
...
Otra cosa que me encanta de El Explicador es la manera con la que arranca el programa. Enrique Gánem recibe a sus oyentes con un “Este día, en el explicadorrrrrrr…”
...
La única pega que le pongo a El Explicador es que
frecuentemente le oigo decir “Ya hablaremos más adelante de esto, o de
lo otro”, cuando sale algún tema tangencial al que se está tratando. Me
quejo porque lo oigo con demasiada frecuencia y a veces me da la sensación de que nunca conseguiremos enterarnos de todo.
...
En definitiva, Sr. Gánem, Sra. Aranda… ¡Gracias! Por
hacerme más llevadero e interesante el camino al trabajo, el trabajo
delante del microtomo o sacando otolitos. Gracias por traernos un
poquito de ciencia a los oídos siempre que pueden."
Como se podrá comprobar, un tono tan positivo anticipa matices en el tratamiento del tema.
Como se podrá comprobar, un tono tan positivo anticipa matices en el tratamiento del tema.
II - La mención especial
Hay un pasaje que merece atención especial en el referido artículo:
"Hay que reseñar que El Explicador recibe muchos halagos pero también alguna crítica. De hecho, existe un sitio web, Explicando al Explicador
que se dedica a hacer una crítica sobre la divulgación científica en
general y sobre El Explicador en particular. Creo que la coexistencia de
El Explicador y de quien lo critica no puede ser mejor señal de que las
cosas, de vez en cuando, funcionan bien, pues existe el espacio para la
crítica y más aún cuando el criticador admite comentarios a sus
críticas (¿me estoy liando?)"
Entonces, como parte de su apreciación absolutamente positiva de Enrique Ganem y su programa, el autor considera que la "coexistencia" de este espacio mío con Enrique Ganem es una prueba más de que el mundo es maravilloso y "las cosas funcionan bien". Y como cereza del pastel, el crítico ( o sea yo ) acepta comentarios a sus críticas, lo cual se ve sumado a que "existe espacio para la crítica", ya de por sí una prueba clara de buen funcionamiento.
III - Una revisión a la mención
Como ya se pudo observar, el autor se embarca en una serie de concepciones que son, al menos, endebles:
"Creo que la coexistencia de
El Explicador y de quien lo critica no puede ser mejor señal de que las
cosas, de vez en cuando, funcionan bien"
Como le señalo al autor en este comentario, no existe tal coexistencia.
1. f. Existencia simultánea o convivencia de dos o más entidades:
Como es obvio, la acepción de coexistencia que tiene sentido en un contexto de existir "espacio para la crítica", es la de convivencia.
Es evidente ( por ejemplo aquí ) que no existe convivencia entre Enrique Ganem y este espacio. Yo no estoy interesado en su visión corporativista/panfletaria de la ciencia y él no está interesado en ninguna clase de crítica, cuando menos pública.
Dice también el autor:
"pues existe el espacio para la
crítica y más aún cuando el criticador admite comentarios a sus
críticas"
En el colmo de la necesidad de ver todo rosita, el autor anota mi apertura total como un punto a favor del mundo científico que él ve, con Ganem como protagonista fundamental.
Egos aparte, es difícil justificar semejante deformación de la realidad. Aún sin conocer el artículo sobre mi discusión por Twitter con Enrique Ganem ( deficiencia seria para alguien de inclinaciones supuestamente científicas ), es imposible pensar que existe tolerancia o convivencia ( coexistencia ) entre su mundo y el mío, evidente y fundamentalmente opuestos y enfrentados.
Además, el autor no ve en mi blog serias deficiencias e importantes deformaciones a la verdad por parte de Enrique Ganem, sino más bien la existencia de espacio para la crítica, como si la aprobación de Enrique Ganem fuera necesaria para que yo lo criticara.
De esta forma, algo que podría ser demoledor para su bucólica apreciación de "las cosas" se conviere de un plumazo en prueba de otra faceta positiva de Ganem y "las cosas".
¿Qué tipo de percepción de la ciencia y la realidad puede llevar a alguien a entender cosas como las que se citan aquí?
IV - La percepción como realidad "mejorada"
Llama la atención esta parte:
"A mí me encanta escucharlo por muchas razones. Primera, porque hace un
esfuerzo denodado por intentar que el ser humano medio entienda
custiones complejísimas de la ciencia...y hacen las preguntas que luego responde El Explicador a enfrentarse a
complicados temas de física cuántica, pero he de decir que no me ha
costado seguir sus programas dedicados a estos temas, y que creo estar
un poquito más cerca de entenderlos desde que me aficioné a escuchar su
programa."
Para un lector de este blog, es conocido que las explicaciones de Enrique Ganem sobre mecánica cuántica, y física en general, son especialmente deficientes. Casos como el de su adoración por Planck o el tema de la Radiación de Cherenkov ( sin mencionar su "alambrito" que emite electrones en estado singlete ) lo muestran con claridad.
¿Porqué el autor se siente especialmente admirado por uno de los puntos más débiles de Enrique Ganem?
V - La ideología subyacente
La explicación, desde luego, está en la ideología.
Aunque Enrique Ganem es muy repetitivo sobre el carácter libertario y anárquico de "la ciencia", la totalidad de sus defensores y apologistas conocidos exhiben una ideología marcadamente conservadora.
Enunciando la preeminencia absoluta de la figura de autoridad ( por ejemplo este y este ), formas de entender el respeto sacadas del Manual de Carreño ( como este, este, este y este ) o simplemente un rechazo más o menos violento a cualquier propuesta no estrictamente ortodoxa ( como este o este ), sus adeptos son incapaces de argumentar sus objeciones más allá de la respuesta reflejo ideológica más básica.
Como lo analizo en este artículo, la doctrina del Establishment Científico no da los resultados que según Enrique Ganem debería dar. Los adeptos de Ganem y el Establishment no son los analistas racionales y sensatos que supuestamente deberían ser. No son los aficionados al debate fundamentado y a la discusión abierta de cualquier idea bien presentada, como pontifica Ganem.
Más bien vemos a gente que no entiende ni quiere entender qué es la ciencia en realidad y que defiende a su párroco de cualquier evidencia, por más firme que sea. Que rechaza las evidencias con reacciones francamente patológicas, como este caso emblemático:
"Una disculpa... no me interesa discutir ningún tema, lo que pasa es que
buscaba el podcast de "El Explicador" y me apareció como primer
resultado en Google este blog....como dije antes...me pareció
interesante en primera instancia (sabes como construir un argumento),
desafortunadamente no aportas ninguna información, ni estudios serios."
Este lector consiguió convencerse que no había ni información ni estudios serios en mis artículos, sólo labia y astucia.
VI - El caso presente
Es muy claro que en el artículo analizado, el autor ve lo que quiere ver ( y no ve aquello de lo que no quiere saber nada ). Cualquier gesto de Enrique Ganem es prueba de algo bueno y hasta sus detractores le añaden puntos, mientras que todas las evidencias negativas que gritan su presencia, le son completamente inexistentes.
El problema es que la deformación de los hechos es patología, no optimismo. Y en ciencia, la deformación de la realidad es contraria a su esencia.
La ciencia es completamente incompatible con la visión "transformacionista" de la realidad que tienen los afectados por la ideología conservadora que Enrique Ganem y sus adeptos profesan.
Conclusión
Se siguen acumulando evidencias de que el Establishment Científico, por conducto de Enrique Ganem, no produce ni sentido crítico, ni capacidad analítica ni racionalidad en sus adeptos. Antes lo contrario.
Enlaces
Antecedente: Herbolaria Conversa
Continuación: Catecismo Estándar
Relacionado: La Utopía de Cartón II
Hola, Grr.
ResponderBorrarMi primer comentario será breve.
Primero: ¿Cómo es posible que puedas asegurar que "la totalidad de sus defensores y apologistas exhiben una ideología marcadamente conservadora." si ni siquiera me conoces? Etiquetas a la gente gratuitamente y sin ninguna base. Veo que es otra constante.
Segundo: Tu gusto por la exactitud se empaña con tu afán por coger el todo por las partes o las partes según te conviene. Pones la definición de coexistencia y luego sólo te quedas con parte de ella para argumentar. Que coexistáis tú y Gánem no quiere decir que os vayáis juntos a tomar café ni que compartáis gusto por las corbatas ni, por supuesto, ideas. Tú lo reduces a eso.
"Entonces, como parte de su apreciación absolutamente positiva de Enrique Ganem y su programa, el autor considera que la "coexistencia" de este espacio mío con Enrique Ganem es una prueba más de que el mundo es maravilloso y "las cosas funcionan bien". "
Yo digo "de vez en cuando". Si eso es ver el mundo como maravilloso, tú mismo. Si es verlo de color de rosa, tú mismo. Tus comentarios irónicos tienen menos gracia que el que le regaló a Cervantes un violín. Pero con tu 26% de retorno, seguro que a tus seguidores les gusta un montón ¡¡estás destrozando al chaval!! Y ya te dije en otro de mis comentarios a tus comentarios, que las cosas no son las cosas que tú quieres que sean. Que tú no estás en el cerebro ni el alma de la gente.
Tercero: Con respecto al "affaire metanol"
a) ¿Podrías citarme el artículo/referencia original de la EPA en la que se basa el artículo de mercola sobre la toxicidad del aspartamo?
Quedo a la espera de tu respuesta.
Recibe un fuerte abrazo
"¿Cómo es posible que puedas asegurar que "la totalidad de sus defensores y apologistas exhiben una ideología marcadamente conservadora." si ni siquiera me conoces?"
BorrarMi frase es:
"la totalidad de sus defensores y apologistas conocidos"
Pero aunque la última palabra no existiera, tú entras dentro de los conocidos y tu ideología es evidentemente conservadora. Ejemplo: "no me conoces" es una respuesta del decálogo de frases conservadoras, usada como defensa en los contextos de generalización, que es uno de los anatemas conservadores.
"Que coexistáis tú y Gánem no quiere decir que os vayáis juntos a tomar café ni que compartáis gusto por las corbatas ni, por supuesto, ideas. Tú lo reduces a eso."
Lo reduzco a ello porque es la única acepción que tiene sentido en tu expresión original. Te lo dije en tu sitio y cualquiera lo puede ver.
¿Podrías citarme el artículo/referencia original de la EPA en la que se basa el artículo de mercola sobre la toxicidad del aspartamo?
No tengo a la mano una referencia original de EPA. Pero si desconfías y quieres más pruebas de que la EPA realmente dice eso sobre el metanol, aquí hay otra fuente, donde en el propio sitio de FDA, un médico llama a la precaución respecto del aspartame y refiere a las mismas cantidades tope de ingestión diaria de metanol según la EPA que menciona mercola.
La ingestión de metanol es apenas uno de los peligros del aspartame. Lo escogí porque es el que hace más fácilmente patente la desvergonzada mentira de Enrique Ganem. Aún en el supuesto caso de que los niveles de metanol fueran 6 órdenes de magnitud abajo de los denunciados ( que no lo son ), sigue existiendo el enotme efecto neurotóxico de la fenilalanina.
1) Con respecto a tu comentario en mi página, creo que debes revisarte lo de tus prejuicios. Es bastante molesto, por no decir ofensivo.
ResponderBorrar2) Respeta los acuerdos.
3) Pon la referencia origial de Mercola o, por lo menos, no pongas el artículo de un tipo que vive, entre otras cosas,de vender un libro que cuesta 24.97$ (rebajado, ojo) y que versa sobre esto. Cambia tu referencia por la que me has pasado. Vas a conseguir exactamente lo mismo. Y revísate lo de los órdenes de magnitud. Es más justo.
Ya me he cansado de Gánem y de ti. Creo que puedes con cualquiera. Francamente. Quédate con tu 26% de retorno y alecciónales como tú bien sabes.
Recibe un fuerte abrazo y cuídate. No me va a llevar a ningún lado establecer un diálogo contigo, entreo otras cosas porque tienes más tiempo que yo y más energías para dedicarla a esto. Y porque tú no quieres un diálogo. Quieres un caso de estudio para tu disección, para divertirte un ratito jugando como los gatos con los ratones antes de comérselos, ¿verdad? Me voy a la cama. Tú sigue buscando sin tregua la verdad. TOrtúrate cuanto puedas escuchando los podcast. Consagra tu vida a ello, o al menos parte de ella. Yo seguiré disfrutándolos en la medida que quiera. Cuando me canse, adiós.
No te creas ni una pizca mejor que la peor versión que pintas de Enrique Gánem. Que no será, como ninguno de nosotros, un santo.
No soy defensor de El Explicador. Pero de tu persona... tienes razón cuando dices que las cosas no funcionan.
No pierdo ni un minuto más de mi vida contigo. Espero, por tu parte, un poquito de reciprocidad. Te dejo el placer de rematar la faena y hacer otra muesca en el revólver. Otra cosa no tienes. Sigue al acecho.
"1) Con respecto a tu comentario en mi página, creo que debes revisarte lo de tus prejuicios. Es bastante molesto, por no decir ofensivo."
BorrarHay seis comentarios mios en tu página. ¿A cuál te refieres?
..........
"2) Respeta los acuerdos."
El "acuerdo" sólo existe en tu imaginación. Lo que se dijo fué:
TU: Creo que sería mucho más sensato, para que te sientas cómodo con el flujo de lo que llamas intercambio, que continuásemos este debate en tu blog, ¿no te parece?
YO: Puedes empezar con un comentario en la introducción en el momento que gustes y podemos continuar a partir de ahí.
TU: Este debate, tal y como hemos quedado, continuará en tu web.
YO: Bueno, para irnos rápido y en atención a tu sugerencia ( más o menos ), he escrito una reseña de tu reseña. Como allá no hay “moderación” ni se está sujeto a mis horarios y caprichos, quedas invitado a decir exactamente lo que te parezca.
TU: Seguimos en tu web
Y ahora resulta que el asunto ya no es de conveniencia sino un pacto de caballeros que afecta mi honor y por el que me veo forzado a no decir nada más en tu blog, incluso cuando tú si hagas alegatos nuevos como:
"Allá vamos. Pero una última cosa:
Mis horarios son mis horarios. Y mis caprichos son trabajar y cuidar de mi hijo y atender a mi gente. Tu ironía es rayana en la crueldad."
¿Cual es la imperiosa necesidad de "respetar los acuerdos"? Probablemente no enfrentarse al desagradable dilema de evitar las acusaciones de censura al costo de tener que publicar comentarios que te son ideológicamente insoportables.
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"no pongas el artículo de un tipo que vive, entre otras cosas,de vender un libro que cuesta 24.97$ (rebajado, ojo) y que versa sobre esto."
Más sofismas de derecha. El punto es si el valor citado de EPA es cierto. Y el axioma es que el análisis citado no estaría en un apartado de FDA si tuviera errores tan groseros, además de la congruencia de la cifra.
Pero como los de tu ideología no entienden de congruencia de datos, crees que es posible desbancar algo tan simple como la cifra de una norma calumniando al que la menciona.
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"Ya me he cansado de Gánem y de ti. Creo que puedes con cualquiera. Francamente. Quédate con tu 26% de retorno y alecciónales como tú bien sabes..."
Supongo que pretendes compensar integrándote de lleno a esa "totalidad de defensores y apologistas conocidos" que ya mencioné:
- Cero fundamentación.
- Ninguna respuesta a los temas fundamentales, por ejemplo el asunto de la mecánica cuántica.
- Todo sofismas y reacciones violentas con ad hominems sin sustancia a las cuestiones ideológicas fundamentales.
La marca de los devotos del Establishment Científico.