"Una investigación del "Poli" demostró que una fracción de la proteína de la soya germinada interrumpe hasta en un 99% el crecimiento de tumores de cáncer cervico-uterino sin dañar células sanas. Gracias al trabajo de estos investigadores se abren nuevas posibilidades para un tratamiento efectivo contra esta variedad de cáncer...En ratones, ensayaron...el efecto que tenían los germinados de soya de distintas épocas. Lograron detectar que los germinados de soya que tienen seis días, tienen una mayor concentración de este principio activo que bloquea el desarrollo de células cancerosas, hasta en un 99%"
A continuación se analiza esta interesante nota de Enrique Ganem.
I - La Investigación
Una mayor explicación de la investigación referida se puede encontrar en este artículo. Específicamente:
"Una vez que identificaron los fragmentos de proteína probaron en
laboratorio esas moléculas poniéndolas en contacto con cultivos de
células de cáncer cérvico-uterino, con tres cepas diferentes. Así
pudieron distinguir entre las proteínas que eran más efectivas, así como
las que trabajan solas y las que trabajan junto con otras moléculas de
la soya, como los antioxidantes flavonoides.
Cuando la soya está germinada dos días, labora muy bien junto con los
antioxidantes y reduce el tamaño de tumores hasta 99% de su tamaño al
iniciar el experimento. Una reducción similar, aunque un poco más baja,
se detectó cuando se trabajó únicamente con proteína, sin antioxidantes,
obtenida de soya con 6 días de germinación."
En este otro artículo, se puede leer el procedimiento seguido por las investigadoras:
"Las especialistas explicaron que la semilla lavada y
desinfectada se deja remojar para que germine. A los dos días crece
un centímetro de largo, y a los seis alcanza 15 centímetros; ésta
se deshidrata y, una vez seca, es molida para obtener una harina de
la cual se aísla la proteína de soya.
Con esta proteína el equipo de investigación formó
croquetas y se las dio como alimento a roedores a los que se les
indujo de manera previa cáncer cervicouterino.
Luego de comer la soya germinada se redujo en 99 por ciento dicha patología. Su hipótesis es que la leguminosa sería una alternativa para el tratamiento de esta enfermedad, aunque no descartan que funcione para otros tipos de cáncer."
Luego de comer la soya germinada se redujo en 99 por ciento dicha patología. Su hipótesis es que la leguminosa sería una alternativa para el tratamiento de esta enfermedad, aunque no descartan que funcione para otros tipos de cáncer."
II - La Contradicción
Hay algo que llama poderosamente la atención en esta nota y la convierte en tema de este blog:
Lo que las investigadoras hicieron fué tomar la proteína de la soya y alimentar con ella a los ratones. No la descompusieron, no produjeron sintéticamente el elemento de interés, no lo modificaron químicamente. Sólo lo identificaron, estudiaron su composición, el comportamiento bioquímico de su generación y cómo operaba solo o en combinación con otras sustancias presentes en el alimento natural.
¿Pero qué no quedamos que, según Enrique Ganem, eso es científicamente injustificable?
Recordemos la cita de este artículo sobre el propóleo:
"El problema con el propóleo es que no existen dos piezas de propóleo
que sean igual, incluso provenientes del mismo panal...las sustancias que hay en el propóleo van a depender
del polen que traigan las abejas. Si las abejas están comiendo polen de
plantas diferentes en cada panal, esto significa que el propóleo de cada
panal va a ser diferente...Ahora si ud. quiere
utilizar una sustancia como medicamento, tiene que saber bien qué
sustancias de ese producto son las sustancias activas, y tiene que saber
porqué. Si no sabe porqué, la misma sustancia que sirve para curar a la
mejor puede producir algún problema grave y ud. no lo va a saber...Entonces, la misma sustancia que cura a una persona
de una infección, puede matarla...Como consecuencia, no hay forma de
saber cuál es el verdadero efecto del propóleo y hasta dónde conviene
aplicarlo en lugar de un antibiótico. No hay forma de saberlo"
Esta idea es reforzada en su programa del 25 de marzo de 2011:
"En las plantas, en cada planta, existen miles y miles de sustancias. Generalmente solamente una de ellas, o unas pocas, tienen efecto medicinal. Las otras sustancias quién sabe qué efecto tienen en el organismo...Hay muchos venenos muy activos que vienen de los vegetales. Muchos vegetales generan sustancias cancerígenas...No todas van a tener exactamente la misma cantidad de sustancia activa.".
Entonces, según Enrique Ganem, no hay forma de saber cómo usar una sustancia natural debido a la alta variabilidad y multiplicidad de su composición.
¿Cómo es entonces que unas croquetas de soya apenas procesada ( sólo para concentrar la proteína ), una preparación que va en contra de todos los axiomas farmacológicos enfáticamente señalados por Enrique Ganem, es ahora "un tratamiento efectivo contra esta variedad de cáncer"?
¿Dónde quedaron los venenos, los cancerígenos agazapados en los vegetales y las sustancias que "quién sabe qué efecto tienen en el organismo"?
Obviamente, el caso presente demuestra que todos estos "peligros" expresados por Enrique Ganem son inventados. Tal como se dijo en el artículo sobre el propóleo arriba citado, esa combinación de muchas sustancias refuerza el efecto de la sustancia principal, no lo debilita como pretende Enrique Ganem. Las investigadoras apoyan esta tesis con mucha claridad cuando dicen que
"Así
pudieron distinguir entre las proteínas que eran más efectivas...y las que trabajan junto con otras moléculas de
la soya, como los antioxidantes flavonoides."
y que
"Cuando la soya está germinada dos días, labora muy bien junto con los
antioxidantes y reduce el tamaño de tumores hasta 99%"
Conclusión
Es muy evidente que esta investigación termina de demostrar ( por si quedaba duda después del artículo sobre el propóleo ) exactamente lo contrario a lo sostenido por Enrique Ganem para justificar la manipulación farmacológica de las sustancias naturales. La realidad es que es posible, práctico y científicamente aceptable trabajar con productos naturales como tratamientos médicos.
En su entusiasmo por promover la investigación mexicana ( cosa muy loable ), Enrique Ganem pasa por alto su propia FUD(*) en contra de los productos naturales, y entra en conflicto con sus propias afirmaciones, al hablar muy positivamente de un trabajo que viola todos sus supuestos "científicos".
Cada vez más, la investigación mexicana demuestra que los productos naturales o casi-naturales ( con procesamientos menores ) funcionan como siempre se ha dicho que funcionan, y que la supuesta Dramática Mejora(MR) operada por la industria farmacéutica ( y promocionada por Enrique Ganem ) es sólo mentiras mercadológicas.
(*)FUD: Fear, Uncertainity and Doubt ( miedo, incertidumbre y duda ). Una técnica usada para infundir miedo en el público ignorante a través de la introducción de sofismas, deformaciones y otras formas de desinformación, con el fin de mantenerlo en una posición conveniente. El término se acuñó a propósito de las tácticas de los vendedores de IBM, que asustaban a los clientes con hipotéticos perjuicios y peligros ( "a la
mejor puede producir algún problema grave" ) para que sólo compraran IBM. Para más información, ver esta definición
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