"Le voy a decir una cosa: si salimos de la Edad Media en términos médicos, si podemos sentir que vivimos en un mundo moderno en términos médicos, es gracias a las vacunas. No tanto a los antibióticos, los antibióticos son muy muy valiosos, las vacunas son más importantes. Las vacunas nos pueden proteger contra enfermedades para las cuales no hay tratamiento, como la viruela. Las vacunas nos pueden proteger contra enfermedades que aunque las curemos, dejan secuelas, como la tos ferina o la difteria. Las vacunas nos permiten llevar una vida más libre de enfermedades, por lo tanto estamos más sanos, tenemos más fuerzas y mejores condiciones para poder vivir más tiempo y de mejor manera. El dejar de vacunar a los niños es un verdadero crimen.
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Y mientras tanto, no deje de vacunar a sus niños, para no regresar a la época en la que 8 de cada 10 niños no lograba llegar a los 12 años de edad porque morían de infecciones graves. No los exponga a esto. No regrese al pasado."
Sin embargo, las cosas nunca son tan simples y absolutas cuando se refieren a temas médicos y farmacológicos.
A pesar de la fe inquebrantable de Enrique Ganem en las farmacéuticas y sus "logros", hay mucho qué decir de sus afirmaciones y mucho qué investigar sobre la realidad de las vacunas, que convierte a una hermosa teoría en un riesgo real, que no es ni moda ni ocurrencia, como Enrique Ganem lo pinta.
En esta serie, se tratarán este tema y algunos afines, todos orientados a hacerse una visión menos maniqueísta y más real de las vacunas.
Continuación: Las Vacunas II - El Riesgo Imposible
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