"porque lo que realmente es esta teoría, sus implicaciones, sus matemáticas, sus pruebas y sus límites de la acción son terra ignota para los profesionales del embuste"
Como he mencionado muchas veces en este blog, una de las dos patas del negacionismo de la homeopatía es la supuesta imposibilidad del fenómeno homeopático según las leyes físicas.
En este artículo analizaré algunos puntos importantes de esa argumentación en voz de uno de los más notorios seudo-escépticos.
I - La Opinión de Referencia
Como en casi todas mis discusiones de mecánica cuántica, mi referencia es John Gribbin y sus opiniones, especialmente las vertidas en el conocido libro En Busca del Gato de Schrödinger, que dice en su contraportada:
Como se ve, Gribbin es un físico con suficiente trayectoria y credenciales para ser una referencia a tomar en cuenta.
II - La Noción Seudo-escéptica de Causalidad
Uno de los líderes seudo-escépticos más analizados en este blog es Mauricio-José Schwarz. Y una de sus frases que más le he citado es una que alude justamente al fenómeno que dá título a esta sección:
Ya en otro artículo he analizado su postulado de que la relación entre causa y efecto sólo puede ser directamente proporcional. Aquí solo abordaré la parte de la causalidad y el "mundo material".
En este artículo, Schwarz explica más sobre sus ideas:
Lo anterior le lleva a esta conclusión:
III - El Verdadero Concepto de Causalidad
Explica Gribbin en su libro ya citado ( pág 53 ):
Entonces, las ideas de una causalidad estricta y absoluta pertenecen al mundo clásico, previo al descubrimiento de la física cuántica.
Es poco sorprendente encontrar que un seudo-escéptico se aferra al mundo clásico, si se tiene en cuenta su defensa a ultranza de lo ya conocido para justificar la imposibilidad de lo desconocido. Pero la explicación de Gribbin no deja lugar a dudas: el concepto de causalidad que Schwarz defiende es un concepto antiguo y plenamente superado en la física actual.
IV - La Coartada de los Dos Mundos
Para defender su visión simplista y anticuada, Schwarz postula una separación de mundos:
y luego, para reforzar la frontera, inventa una supuesta tierra de nadie:
Nótese la manipulación: según algunos fisicos (Schwarz pretende que no es una opinión mayoritaria ), nuestro mundo es producto de ese mundo, pero "no entienden" cómo es que lo que Schwarz no puede negar ( el indeterminismo ) se transforma en lo que él categóricamente sustenta ( la causalidad absoluta ).
Explica Gribbin en su libro ( pág 92 ):
Como se ve, esta idea de que "el mundo macroscópico no es cuántico" es completamente falsa. Es como decir que el mundo cotidiano no está regido por la Relatividad. Lo que en realidad sucede es que a las magnitudes de masa, densidad y velocidad que observamos en nuestra experiencia, los efectos cuánticos o relativistas son tan pequeños que nos resultan indetectables a simple vista, mas ello no significa que no ocurran.
Por ejemplo, hay un conocido ejercicio que consiste en el cálculo de las propiedades ondulatorias de una bola de billar, y el resultado resulta tan pequeño que es prácticamente imposible de medir, pero numéricamente existe.
Un ejemplo quizá aún más conocido es el que dá nombre al libro de Gribbin usado como base para este artículo: el gato de Schrödinger. Se trata de un experimento mental donde la vida de un gato encerrado en una caja depende que ocurra o no una desintegración atómica. Se creó para razonar sobre la superposición de estados pero sirve también para ilustrar la relación entre el mundo macroscópico y el cuántico: esos resultados estadísticos que Schwarz pretende descalificar como idea de "algunos" pueden, dada su naturaleza estadística, producir efectos que van en contra de lo común y violar el concepto clásico de causalidad.
Todo lo anterior demuestra que el concepto seudo-escéptico expresado por Schwarz no es más que un invento sin fundamento en la física creado para apuntalar su fé.
V - Ni Siquiera Tenemos Que Cruzar el Puente
La argumentación de la sección anterior sirve para mostrar que conceptualmente, la idea de causalidad que Schwarz promueve es falsa y sirve sólo para justificar su materialismo simplista. Pero hay que recordar que fué dicha en el contexto de su lucha contra la homeopatía. Entonces y según él, la causalidad resulta violada cuando se pretende que las diluciones se comporten como la homeopatía dice que funcionan.
Explica Gribbin ( pág 127 ):
Entonces y concediendo que existiera esa división de mundos que Schwarz defiende, resulta que las diluciones homeopáticas operan en el lado cuántico de la frontera, por lo que es doblemente mentiroso postular que su funcionamiento viola la causalidad clásica que él supone universal y absoluta.
Bien pensado, esto supone una contradicción: si la causalidad pertenece al mundo macroscópico y la homeopatía, como Gribbin bien apunta, funciona según los principios cuánticos, al ser una disciplina que transporta sus resultados al mundo macro, invade ese mundo macro con efectos originados ( y posiblemente acausales ) del mundo cuántico.
Conclusión
Schwarz afirma que son magufos acientíficos los que creen que la confiable causalidad cotidiana es caprichosa e ilusoria.
Sin embargo, en este artículo he mostrado que esos conceptos que tanta seguridad y fé le provocan son conceptos obsoletos, que ya han sido dejados atrás por esa ciencia que dice amar y respetar, y que la frontera que Schwarz cree le protege de ese mundo diabólico donde la causalidad está rota, es puro invento.
La verdadera ciencia, la de los que estudian e investigan en lugar de inventar fronteras y distorsionar conceptos, descubre un mundo que los necesitados de reglas rígidas y estructuras seguras no pueden soportar, y por ello se ven obligados a rescatar conceptos de la época victoriana.
Enlaces
Antecedente: Pudín a la Cherenkov
Mauricio-José Schwarz
Como he mencionado muchas veces en este blog, una de las dos patas del negacionismo de la homeopatía es la supuesta imposibilidad del fenómeno homeopático según las leyes físicas.
En este artículo analizaré algunos puntos importantes de esa argumentación en voz de uno de los más notorios seudo-escépticos.
I - La Opinión de Referencia
Como en casi todas mis discusiones de mecánica cuántica, mi referencia es John Gribbin y sus opiniones, especialmente las vertidas en el conocido libro En Busca del Gato de Schrödinger, que dice en su contraportada:
John Gribbin se doctoró en astrofísica en la Universidad de Cambridge, trabajó cinco años como redactor de la revista Nature y fué responsable de la sección diaria "Science Report" de The Times. Apartir de 1978, John Gribbin ha sido asesor de física en la revista semanal New Scientist. Colabora en las emisiones científicas de la BBC World Service y de la British Forces Radio. Ha escrito muchos libros entre los que destacan: Our Changing Planet ( La Tierra en Movimiento ), Genesis, y Future Weather ( El Clima Futuro ), todos ellos en la colección Biblioteca Científica Salvat.
Como se ve, Gribbin es un físico con suficiente trayectoria y credenciales para ser una referencia a tomar en cuenta.
II - La Noción Seudo-escéptica de Causalidad
Uno de los líderes seudo-escépticos más analizados en este blog es Mauricio-José Schwarz. Y una de sus frases que más le he citado es una que alude justamente al fenómeno que dá título a esta sección:
"Sí. Sin duda. Viola el concepto mismo de la causalidad, la relación
directamente proporcional de causa-efecto, la idea del universo
material, todo lo que sabemos que sí sabemos."
Ya en otro artículo he analizado su postulado de que la relación entre causa y efecto sólo puede ser directamente proporcional. Aquí solo abordaré la parte de la causalidad y el "mundo material".
En este artículo, Schwarz explica más sobre sus ideas:
"Pero el mundo macroscópico no es cuántico, cosa que deberíamos considerar una suerte. Cuando mucho, según algunos físicos, el mundo en
el que nosotros interactuamos es el resultado estadístico del mundo
cuántico, pero no entienden cómo es que el indeterminismo cuántico se
convierte en determinismo y causalidad en nuestro mundo."
Lo anterior le lleva a esta conclusión:
"El pensamiento mágico, en su estremecedora simpleza, pretende que las relaciones causales que conocemos y cuya operación podemos confirmar cotidianamente, son ilusorias y caprichosas. De ahí su rechazo a la
ciencia y al pensamiento materialista y naturalista. Para mantener la ilusión y el negocio, en proporciones variables, debe creer que querer es poder."
III - El Verdadero Concepto de Causalidad
Explica Gribbin en su libro ya citado ( pág 53 ):
"En el mundo clásico, todo tiene su causa. Se puede buscar la causa de cualquier acontecimiento y retrocediendo en el tiempo encontrar la causa de la causa y así sucesivamente hasta llegar al "Big Bang" ( si se es cosmologista ) o al momento de la creación en un contexto religioso, si se sigue el modelo clásico. Pero en el mundo cuántico, esta causalidad directa desaparece tan pronto como nos fijemos en la desintegración radiactiva y en las transiciones atómicas. Un electrón no desciende de un nivel de energía a otro en un instante concreto por ninguna razón concreta...Ningún agente externo empuja al electrón, y ningún mecanismo interno señala el tiempo de salto. Simplemente ocurre, sin ninguna razón particular.
Este hecho representa una ruptura con la causalidad estricta."
Este hecho representa una ruptura con la causalidad estricta."
Entonces, las ideas de una causalidad estricta y absoluta pertenecen al mundo clásico, previo al descubrimiento de la física cuántica.
Es poco sorprendente encontrar que un seudo-escéptico se aferra al mundo clásico, si se tiene en cuenta su defensa a ultranza de lo ya conocido para justificar la imposibilidad de lo desconocido. Pero la explicación de Gribbin no deja lugar a dudas: el concepto de causalidad que Schwarz defiende es un concepto antiguo y plenamente superado en la física actual.
IV - La Coartada de los Dos Mundos
Para defender su visión simplista y anticuada, Schwarz postula una separación de mundos:
"Pero el mundo macroscópico no es cuántico, cosa que deberíamos
considerar una suerte.
y luego, para reforzar la frontera, inventa una supuesta tierra de nadie:
"Cuando mucho, según algunos físicos, el mundo en
el que nosotros interactuamos es el resultado estadístico del mundo
cuántico, pero no entienden cómo es que el indeterminismo cuántico se
convierte en determinismo y causalidad en nuestro mundo"
Nótese la manipulación: según algunos fisicos (Schwarz pretende que no es una opinión mayoritaria ), nuestro mundo es producto de ese mundo, pero "no entienden" cómo es que lo que Schwarz no puede negar ( el indeterminismo ) se transforma en lo que él categóricamente sustenta ( la causalidad absoluta ).
Explica Gribbin en su libro ( pág 92 ):
"De esta forma Dirac descubrió, independientemente del grupo de Göttingen, que las ecuaciones de la mecánica cuántica tienen la misma estructura matemática que las ecuaciones de la mecánica clásica,
y que ésta es un caso particular de la cuántica correspondiente a grandes números cuánticos o a dar el valor cero a la constante de Planck."
Como se ve, esta idea de que "el mundo macroscópico no es cuántico" es completamente falsa. Es como decir que el mundo cotidiano no está regido por la Relatividad. Lo que en realidad sucede es que a las magnitudes de masa, densidad y velocidad que observamos en nuestra experiencia, los efectos cuánticos o relativistas son tan pequeños que nos resultan indetectables a simple vista, mas ello no significa que no ocurran.
Por ejemplo, hay un conocido ejercicio que consiste en el cálculo de las propiedades ondulatorias de una bola de billar, y el resultado resulta tan pequeño que es prácticamente imposible de medir, pero numéricamente existe.
Un ejemplo quizá aún más conocido es el que dá nombre al libro de Gribbin usado como base para este artículo: el gato de Schrödinger. Se trata de un experimento mental donde la vida de un gato encerrado en una caja depende que ocurra o no una desintegración atómica. Se creó para razonar sobre la superposición de estados pero sirve también para ilustrar la relación entre el mundo macroscópico y el cuántico: esos resultados estadísticos que Schwarz pretende descalificar como idea de "algunos" pueden, dada su naturaleza estadística, producir efectos que van en contra de lo común y violar el concepto clásico de causalidad.
Todo lo anterior demuestra que el concepto seudo-escéptico expresado por Schwarz no es más que un invento sin fundamento en la física creado para apuntalar su fé.
V - Ni Siquiera Tenemos Que Cruzar el Puente
La argumentación de la sección anterior sirve para mostrar que conceptualmente, la idea de causalidad que Schwarz promueve es falsa y sirve sólo para justificar su materialismo simplista. Pero hay que recordar que fué dicha en el contexto de su lucha contra la homeopatía. Entonces y según él, la causalidad resulta violada cuando se pretende que las diluciones se comporten como la homeopatía dice que funcionan.
Explica Gribbin ( pág 127 ):
"Toda la química se entiende hoy en términos de las leyes fundamentales cuánticas. Y la química es la ciencia de las moléculas más que de los átomos individuales y de las subunidades de átomos, por lo que incluye a las moléculas más importantes para la vida humana incluyendo la molécula de la vida, el ADN."
Entonces y concediendo que existiera esa división de mundos que Schwarz defiende, resulta que las diluciones homeopáticas operan en el lado cuántico de la frontera, por lo que es doblemente mentiroso postular que su funcionamiento viola la causalidad clásica que él supone universal y absoluta.
Bien pensado, esto supone una contradicción: si la causalidad pertenece al mundo macroscópico y la homeopatía, como Gribbin bien apunta, funciona según los principios cuánticos, al ser una disciplina que transporta sus resultados al mundo macro, invade ese mundo macro con efectos originados ( y posiblemente acausales ) del mundo cuántico.
Conclusión
Schwarz afirma que son magufos acientíficos los que creen que la confiable causalidad cotidiana es caprichosa e ilusoria.
Sin embargo, en este artículo he mostrado que esos conceptos que tanta seguridad y fé le provocan son conceptos obsoletos, que ya han sido dejados atrás por esa ciencia que dice amar y respetar, y que la frontera que Schwarz cree le protege de ese mundo diabólico donde la causalidad está rota, es puro invento.
La verdadera ciencia, la de los que estudian e investigan en lugar de inventar fronteras y distorsionar conceptos, descubre un mundo que los necesitados de reglas rígidas y estructuras seguras no pueden soportar, y por ello se ven obligados a rescatar conceptos de la época victoriana.
Enlaces
Antecedente: Pudín a la Cherenkov
El problema sería mucho más fácil de resolver si simplemente aceptaran que aun no tienen todas las respuestas para todo, pero eso va en contra del dogma numero uno y es rechazado instintivamente; ni siquiera se lo plantean. Si algo no se puede explicar, con sus conocimientos limitadísimos, es que tiene que ser mentira, aunque esté sucediendo delante de sus ojos.
ResponderBorrarRecuerdo un vídeo del infame gurú Randy en que negaba un determinado experimento probado bajo condiciones clínicas, "porque era imposible", vamos unos argumentos... sstupendos.
Saludos.
Piedra:
BorrarEse comportamiento que tan bien describes, es común a muchas religiones, especialmente la católica, que tiene la misma fórmula: una cúpula corrupta e ignorante que manipula una masa que gusta del "sin dieta y sin ejercicio". Esta gente necesita un marco que le dé seguridad, y está incapacitada para distinguir la propaganda y el embuste, por lo que es presa fácil de otros conservadores un poco más vivos y de los que los financian por razones de poder y lucro.
Gracias por tu contribución.