domingo, 5 de abril de 2015

El Sacerdocio de la Ciencia XXIII - Charlatanería Científica II

En el artículo anterior de este blog, mostraba la dimensión de la mentira tras las afirmaciones de Luis Alfonso Gámez, ilustre negacionista de la homeopatía. En esta ocasión analizaré más detalles del caso.


I - La Denuncia Cientifiquísima

Como se citó en el artículo referenciado, Luis Alfonso Gámez dá el crédito de su hallazgo de esta forma:

"y me he enterado de su existencia gracias al físico Alberto Nájera."

De su perfil de Twitter se lee que Alberto Nájera es profesor de la Universidad Castilla - La Mancha, y en su perfil de esa universidad se puede leer lo siguiente:

"Llevo a cabo mi labor docente e investigadora en la Facultad de Medicina. Soy profesor de varias asignaturas del nuevo plan de Grado en Medicina. Asimismo participo en el Programa de Máster Universitario en Biomedicina Experimental impartiendo parte de la docencia de las asignaturas: “Fisiología de sistemas biológicos”, “Fundamentos de microscopía óptica y electrónica”, “Ciencia y tecnología del animal de experimentación”, “Utilidad y manipulación de fuentes radiactivas no encapsuladas en investigación biomédica” y “El proceso de la adquisición y difusión del conocimiento científico: fundamentos teóricos”."

Lo que opina una persona con este nivel de cualificación sobre el famoso ADEL 36 se puede observar en esta línea de Twitter, con comentarios como

"Homeopatía, flores de Bach, reiki, antivacunas...garantizan que la Selección Natural siga funcionando."

Y cuando alguien comenta que todos cometemos errores o somos ignorantes de algo, Alberto Nájera opina:

"Sí pero los hay tontos muy tontos. ¡Ponme una de chakras!"

El tono de los comentarios no deja lugar a dudas: Alberto Nájera considera que el medicamento ADEL 36 es tan ridículo que no necesita argumentos serios y la burla está más que justificada para hablar de los que lo usan, que según él seguramente serán víctimas de la selección natural.


II - Investigar Y Sustentar Es Muy Cansado

A la vista de estos hechos, es imposible no formular las preguntas obvias:

¿Qué hace un profesor universitario burlándose de esa manera de un fármaco con media docena de sustancias en cantidades significativas en lugar de investigar los efectos de esas sustancias?

¿Qué significa que este comportamiento provenga de un profesor que imparte la asignatura “El proceso de la adquisición y difusión del conocimiento científico: fundamentos teóricos”?

Un detalle más a tener en cuenta es que Alberto Nájera sí consulta la formulación de ADEL 36. La misma persona que le había pasado a él el dato del fármaco, le muestra la página de la formulación y Alberto Nájera la reenvía ( como se puede ver aquí ).

La conclusión más simple de semejante comportamiento es que Alberto Nájera desconoce el significado de la codificación de las diluciones, e imbuido como seguramente está de la doctrina seudo-escéptica, ni por la mente le pasa averiguar lo que ignora de lo que ve a pesar de que se dedica a enseñar teoría de la investigación y difusión científicas.

Entonces, tenemos a un catedrático que enseña sobre adquisición y difusión del conocimiento comportándose como el más humilde de los adeptos seudo-escépticos, repitiendo como perico el sonsonete seudo-escéptico sin mayor reflexión.


III - Divulgando La Ignorancia

Es obvio que como individuo, Nájera tiene el sagrado derecho a profesar la ignorancia en lo que le dé la gana.

El gravísimo problema aquí es que su título y posición ( y los de otros en su condición ) es usado por Gámez y otros predicadores seudo-escépticos para apuntalar su doctrina, y por el método de Goebbels, convertir una engañifa en La Verdad que todos reconocen y repiten.

Obviamente a ningún público desprevenido se le ocurre que el que debería enseñar a investigar haya suspendido su capacidad investigativa para este tema y en favor de una religión secular.  Y con ello cuentan los predicadores seudo-escépticos, que resaltan la cualificación formal del referido para que su público acepte con mayor facilidad la doctrina.


IV - El Origen Del Mal

Es muy posible que Alberto Nájera sea tan víctima de la cultura del engaño como el público que lo lee y cree que sus burlas son ciencia y pensamiento crítico, y que algo debe ser muy ridículo si él se burla de ello.

El hecho de que alguien que está en el área de la investigación y difusión cientificas, exhiba los comportamientos típicos del seudo-escepticismo demuestra muy claramente de que tal comportamiento está muy arraigado en el ambiente científico real, lo cual dá una idea de la magnitud del problema y fundamenta mi elección del título de esta meta-serie: La Religión de la Ciencia.

Sólo puedo especular sobre cuántas otras áreas de la ciencia reciben el mismo tipo de trato que la homeopatía debido a otra rama de la religión de la ignorancia que causa una fenomenología similar a la que aquí he analizado. Acaso la mayoría.


Conclusión

Se observa la Religión de la Ciencia en acción como máquina de doctrinas a modo y no de conocimiento verificable.


Referencias

Antecedente: Charlatanería Científica I
Continuación: Doctorado En Realidad Asistida I

1 comentario:

  1. "... .garantizan que la Selección Natural siga funcionando"

    Consciente o no, el tipo es un neodarwinista social que promulga la eugenesia selectiva de los más "escépticos y racionales". El comentario está en la misma linea que este otro: http://elespaciodeldebunker.blogspot.com/2015/03/alopatia-y-homeopatia-aliadas-en-la.html?showComment=1426112894970#c8377997797868701287

    ¡Y esos dicen ser los representantes de la ciencia aunque en su seno su ideología sea comparable, igual o más supersticiosa, que un régimen dictatorial!

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