En esta ocasión presento un nuevo caso de cientifiquísima ambigüedad.
I - La Anticientífica Y Pecaminosa Sedición
Como se citó en este artículo sobre las vacunas contra el VPH, en un texto escrito en 2012 el conocido seudo-escéptico Mario Méndez Acosta dijo:
"Las teorías conspiratorias difundidas a manera de campañas de rumores pueden dañar gravemente el tejido social de cualquier comunidad.
Las más dañinas, empero, son aquellas que afectan la salud de grandes sectores de la población, pero que, sobre todo, ponen en duda la buena fe y la confianza que merecen las instituciones públicas y la comunidad científica."
Las más dañinas, empero, son aquellas que afectan la salud de grandes sectores de la población, pero que, sobre todo, ponen en duda la buena fe y la confianza que merecen las instituciones públicas y la comunidad científica."
Como se puede ver, Méndez Acosta afirma que la buena fe de las instituciones es un axioma social fundamental, que no debería ponerse en duda.
Sin tener en cuenta otras consideraciones como la actuación real de esas instituciones ( que yo contrasto através de la calificación en el Indice de Percepción de la Corrupción ), Méndez Acosta trasmite a sus lectores la idea de que poner en duda tal buena fe es el efecto más dañino de los chismes y rumores.
II - Todo Mundo Sabe Que Los Herejes No Merecen Respeto
Pero no siempre ha sido Méndez Acosta un creyente de la santidad intrínseca de las instituciones.
Como se puede leer en esta entrevista de 2005 realizada por el seudo-escéptico Martín Fragoso, y ante la pregunta
"Las pseudomedicinas tienen cada vez más aceptación incluso entre personas con preparación universitaria en medicina. ¿Por qué?"
Méndez Acosta responde:
"Esencialmente porque no entienden lo que realmente afirman quienes proponen esas terapias. Todas ellas afirman que las enfermedades no son causadas por los gérmenes sino que los gérmenes son la consecuencia de la enfermedad. También señalan que las enfermedades tienen un origen místico: el rompimiento de equilibrios dinámicos o espirituales del cuerpo; no hay evidencia de que existan tales equilibrios dinámicos o fuerzas espirituales. No se conoce lo que realmente afirman y por eso se permite. También hay la actitud cínica del sistema de salud público que considera estas prácticas o alternativas como válvulas de escape. Por eso también se tolera la charlatanería."
En su explicación sobre la razón de que las odiosas seudo-ciencias permeen incluso las comunidades médicas, Méndez Acosta acusa con dedo de fuego a las instituciones de salud pública por su parte de la culpa.
Pero la crítica no se limita a señalar un error o algo que se percibe como error. La calificación de Méndez Acosta está dirigida a la actitud fundamental de la institución pública de salud, a la que acusa de ser laxa en su obligación con tal de tener contentos a algunos de los sujetos de su responsabilidad.
III - Pero Si La Quema De Herejes Es Algo Piadoso
Uno podría suponer que el factor clave para entender esta aberrante contradicción en los dichos de Méndez Acosta es la lejanía temporal. Teniendo en cuenta que pasaron siete años entre su acusación de la displicencia institucional y su declaración de fe en la pureza institucional, parecería que hubo suficiente tiempo para una conversión de ese tipo.
El problema con esa tesis es que el marco temporal de ambas fechas encierra el periodo en que México se derrumbó en el abismo de la corrupción y la violencia, y por tanto es completamente inverosímil que en ese contexto un crítico severo del actuar de las instituciones se transformara en un creyente, ya no de su actuar, sino de su buena fe.
Es entonces necesario investigar más y existe otro contraste que podría quizá ayudar a descubrir la razón de la contradicción ya mostrada:
En este artículo donde denuncia a la dianética, Méndez Acosta dice:
"Se pone ahí de manifiesto también, la vocación fascistoide y totalitaria de esta organización, cuando su defensora, 1ª doctora Rincón, se declara partidaria de la quema de libros y publicaciones que no son de su peculiar gusto."
Pero por otro lado, en esta página se puede comprobar que Méndez Acosta contribuye a realzar un evento donde participa John Maddox, activo líder de la organización que auspicia el evento, y que ya se ha declarado "partidario de la quema de libros y publicaciones que no son de su peculiar gusto."
Como se cita en este artículo:
"Maddox amplió su comentario sobre la teoría de Sheldrake en un documental de la BBC en 1994 : "Estaba tan ofendido por él, que dije que aunque está mal que los libros deban ser quemados, en la práctica, si quemar libros estuviera permitido, este libro sería un candidato(...) creo que es peligroso que nuestras sociedades liberales permitan que la gente circule tales sinsentidos...Sheldrake está proponiendo magia en lugar de ciencia, y ello puede ser condenado en exactamente el lenguaje que los papas usaron para condenar a Galileo, y por la misma razón: esto es herejía"
Es aceptable el disgusto por una ideología que llama a quemar libros.
Lo que no se tan aceptable es que en un caso Méndez Acosta denuncie con dedo de fuego las ideas "fascistoides y totalitarias", y en otro no tenga ningún problema para apoyar la causa de uno de esos fascistoides totalitarios que pretenden dictar qué ideas pueden circular por "nuestras sociedades liberales" y cuáles no.
IV - La Hipocresía En La Ciencia Es La Ciencia De La Hipocresía
Si dos puntos permiten conocer una recta, dos casos permiten tener una buena idea del comportamiento de una persona.
Como he afirmado en múltiples casos analizados ( el del mismo Maddox ya citado o los múltiples y escandalosos de Mauricio-José Schwarz, por ejemplo este ), la hipocresía y el doble discurso son consustanciales al comportamiento de todos los seudo-escépticos de alto perfil. No sólo no parece haber excepción a esta regla, sino que el nivel de abyección llega a extremos grotescos entre los que se dicen partidarios de la disciplina que ante todo tiene que ser ética y verdad.
Méndez Acosta se acopla perfectamente a tal modelo, profesando lo circunstancialmente adecuado, aunque en otro lugar y tiempo su actuar sea exactamente el contrario, como se ha podido observar en los casos citados.
Y entonces unas veces hay que señalar a los fascistas y otras trabajar hombro a hombro con ellos, unas veces hablar del cinismo y actitud cómoda de las instituciones y otras predicar que su buena fe es un supuesto general y base del tejido social. Todo depende de si el sujeto de atención de Méndez Acosta está a favor o en contra de lo que él cree o intenta hacer.
V - Otra Vez A Culpar Al Sembrador Por La Mala Simiente
Y la consecuencia lógica de tal escuela de corrupción es una feligresía que no tiene Ni Puta Idea(MR) del papel que juega la honestidad y la veracidad en el quehacer científico.
Ejemplos se pueden ver por todos lados, pero algunos momentos recientes de este blog pueden servir de muestra:
"Pero mientras y en forma rápida si puedo mostrar cómo evitas responder a mis puntos, tergiversando lo que digo para tener una salida, y cómo en esta última respuesta te haces que no ves el señalamiento de que no justificas tu axioma de que la proporción entre variables debe ser directa. Pero eso si, eres muy puntual para solicitar respuesta a tus cuestionamientos."
Es que yo no señalo que la proporción tenga que ser directa: indico que no es consistente.
"Este tipo de comportamiento es notoriamente típico pero además no es mutuamente excluyente con la argumetación objetiva de los datos sino alrevés: da un contexto de cuáles son tus motivaciones y dónde debe estar la sospecha fundada."
No, esto no funciona así: o las discrepancias que indico tienen una razón intrínseca a los experimentos o se deben a errores. Mi sospecha es que es el segundo caso. Y, como ya he explicado por qué sospecho tal cosa, no voy a ahondar más.
"Si no te gusta que se señalen los subterfugios tramposos, lo los uses."
Más moralina.
Es que yo no señalo que la proporción tenga que ser directa: indico que no es consistente.
"Este tipo de comportamiento es notoriamente típico pero además no es mutuamente excluyente con la argumetación objetiva de los datos sino alrevés: da un contexto de cuáles son tus motivaciones y dónde debe estar la sospecha fundada."
No, esto no funciona así: o las discrepancias que indico tienen una razón intrínseca a los experimentos o se deben a errores. Mi sospecha es que es el segundo caso. Y, como ya he explicado por qué sospecho tal cosa, no voy a ahondar más.
"Si no te gusta que se señalen los subterfugios tramposos, lo los uses."
Más moralina.
Como puede constatarse en la discusión que contiene la cita anterior ( empezando desde este comentario ), el comentarista involucrado es absolutamente refractario a los conceptos morales, que percibe como "moralina". Para él, los comportamientos deshonestos en que incurre, como recortar argumentos para no enfrentarse a cuestionamientos imposibles de responder o fingir que no entendió preguntas claves, son absolutamente invisibles, mientras cree estar enfocado en lo único que importa, los datos.
Otro caso emblemático es el protagonizado por cierto comentarista asiduo de este blog:
"¿Borraste comentarios de Pepe? Qué patético eres, Grr. Sería muy interesante saber a quién -fuera de tu lamebotas Zetetic- consideras un auténtico y respetable escéptico porque nadie se salva de tus dobles raseros. Cada vez que alguien disiente lo tachas de seudo-escéptico en tu doctísima jerigonza. ¿No te parece esto un tanto maniqueo? ¿No hay dudas genuinas respecto de la homeopatía? ¿Puede alguien siempre tener la razón? Qué entretenido es leer tus contradicciones y tu incapacidad para trascender tus propios dogmatismos al mismo tiempo que pontificas sobre seudo-escepticismo..."
No sólo este sujeto no puede entender porqué es que analizo y censuro a todos estos embaucadores y promotores de la mentira y la corrupción, sino que cree que las cosas son al revés y yo soy el que exhibe el doble rasero y la hipocresía, aunque desde luego ni siquiera se le ocurra citarlas y contrastarlas como ve que yo lo hago.
Él ha aprendido de sus maestros que la sola acusación, motivada por sus convicciones interiores y totalmente carente de sustento, explicación o referencia, es más que suficiente.
VI - Dios Los Hace...
Ante toda esta fenomenología, la pregunta obvia es:
¿Por qué esta uniformidad de calaña entre los líderes del culto seudo-escéptico?
¿Cómo es que todos comparten ideologías y comportamientos tan corruptos cuando pretenden profesar una ideología que es principalmente lo opuesto a la corrupción y la mentira?
El ejemplo perfecto para responder a esa pregunta es la Iglesia Católica.
El catolicismo es una organización donde la cúpula se llena la boca de enseñanzas como poner la otra mejilla mientras son y han sido cómplices de los peores crímenes de la Humanidad. Y ello debido a que en la práctica y a despecho de esa doctrina, la Iglesia Católica está creada para perpetuar y favorecer las estructuras de crimen e impunidad, deformando la doctrina cristiana original hasta volverla irreconocible.
Del mismo modo, el seudo-escepticismo parte de un grupo de fanáticos mentirosos y corruptos que toman una doctrina en principio sana para adaptarla a sus propios fines y predicar la versión corrompida resultante a aquellos lo suficientemente ignorantes o ya corruptos para no darse cuenta de la adulteración, a la que abrazan como razón de vida.
Eso explica de forma natural que los más fervientes y beligerantes adeptos sean los más incapaces de reconocer la corrupción y/o los más capaces de justificarla y mentirse a si mismos y los demás en aras de ese fin último que creen y predican avala absolutamente todo.
Conclusión
Se comprueba nuevamente que el doble rasero abyecto es pieza fundamental de la ideología de todo seudo-escéptico.
Enlaces
Antecedente: El Teorema de Goebbels
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