" ¿El DDT que, durante una época, “la ciencia” nos dijo que era beneficioso e inocuo…?"
el conocido líder del seudo-escepticismo hispanoparlante Fernando Frías responde
“La ciencia” ni es un grupo jerarquizado, ni tiene ideología ni, por
tanto, cabe que nadie salga a pedir perdón por esas cosas (y menos por
lo del DDT, que es bastante discutible)...Pero no creo que se puedan comparar los comportamientos que citas
(aunque lo del DDT deberías revisarlo) con toda una organización que,
por motivos ideológicos, persigue y mata a las personas que piensan de
distinta manera."
A continuación se analizan los dichos de Frías
I - Otra vez la burra al trigo
Como un lector asiduo de este blog sabrá, en este artículo se analizaron las expresiones de otro notabilísimo seudo-escéptico ( Mauricio-José Schwarz ) sobre el tema del DDT. Y se vió cómo el susodicho seudo-escéptico hablaba pestes de los detractores del DDT con palabras como
"En muchos lugares muere gente porque a los chifladitos no les gusta el
DDT debido a lo que dice "La primavera silenciosa", libro que ni
siquiera han leído."
dando a entender que éstos son sólo una bola de ignorantes prejuiciosos, aunque sin ser claro respecto de la innocuidad del DDT, cosa que es obvia conclusión dadas sus invectivas.
Como ya empieza a ser evidente para los lectores de mis artículos, Frías es aún más sutil que Schwarz, y su defensa del DDT es apenas una llamada a "revisar" la creencia, diciendo que es "bastante discutible".
Lo que no dice es contra qué información cientifica revisarlo, ni qué estudios o referencias avalan una "revisión" de la certeza de que el DDT es uno de los mayores contaminantes de este planeta.
Y claro, la sutileza y cortesía exquisitas de Frías tratan de enmascarar la absoluta falta de evidencia o referencias que soporten la posición, aunque dicha ausencia aparezca también en los más palurdos de sus coleguitas y rendidos admiradores...o en otras de sus propias expresiones, cuando se le "olvida" ser tan refinado.
II - La ciencia que no les gusta a los cientifiquísimos
Como se citó en el artículo sobre Schwarz y el DDT:
El Depto de Agricultura de
los EEUU, la agencia federal con la responsabilidad de regular
pesticidas antes de la formación de la Agencia de Protección Ambiental
de los EEUU en 1970, comenzó acciones
regulatorias a finales de los 1950s y los 1960s para prohibir muchos
usos del DDT debido a evidencia acumulada de los beneficios declinantes y
efectos ambientales y toxicológicos.
Se sabe que el
DDT es muy persistente en el ambiente, se acumulará en tejidos
adiposos, y puede viajar largas distancias en la atmósfera superior.
Dado que el uso de DDT fué descontinuado en los EEUU, su concentración
en en ambiente y animales ha disminuido, pero debido a su persistencia,
residuos de importancia provenientes de uso histórico aún permanecen."
"Contexto: DDT y bifeniles policlorados ( PCBs ), que están muy difundidos en el ecosistema, pueden imitar acividades celulares mediadas por estrógeno. De ese modo, pueden potencialmente interferir con muchos procesos fisiológicos."
"1950 - Se muestra que el DDT interrumpe el desarrollo sexual de gallos -- posiblemente actuando como hormona. Los científicos V. F. Lindeman y Howad Burlington hallan que gallos jóvenes tratados con DDT fallan en desarrollar características sexuales masculinas
como crestas y barbas. El pesticida también atrofió el crecimiento de
los testículos es estos animales. Estos científicos notaron una
similaridad entre el DDT y DES, un estrógeno sintético dado a mujeres
para embarazos problemáticos. El DDT, observaron, "puede ejercer una
acción similar al estrógeno" en el animal en cuestión."
Y contra esas evidencias científicas sólidas, tenemos que estos párrocos del seudo-escepticismo, que se dicen muy críticos y racionales, ofrecen sólo platicadas más o menos intrigosas y ladinas murmuraciones. No datos sólidos, no estudios de instituciones de prestigio, no ciencia. Sólo platicadas.III - Follow the money, dice el gringo
Después de examinar la ignorancia profesada de Schwarz en alguna profundidad ( en los artículos de esta serie que inician justamente con el tema del DDT ), podría creerse que defender al DDT es simplemente congruente a cualquier seudo-escéptico y tan probable como defender a la talidomida.
Pero cuando otro seudo-escéptico tan importante ( aunque sea su compinche de piquete de ombligo ) viene a decir que hay que revisar el concepto de que el DDT es extremadamente perjudicial, uno debería preguntarse qué hay más allá.
Desde luego puede ser sólo la misma escuela de enajenación de la ciencia y la realidad que es común a todos los divulgadores seudo-escépticos y que impulsa por ejemplo a Enrique Ganem a decir que el metanol no es venenoso.
Puede ser que esta gente vea como dañino para la religión de una ciencia que todo lo mejora ( y de pasada para sus bolsillos ) el apuntar a agentes concretos de daño irreversible, y por ello su necesidad patológica de abogar por evidentes mentiras, arriesgándose de esta forma pero confiando en la ignorancia de su público para introducir la duda y salvar a su querida "ciencia".
Pero también podría ser causado por otras razones, considerando que la idea de que estos productos no son perjudiciales tiene gran valor para sus fabricantes, directa o indirectamente, y los difusores mencionados viven de difundir esas mentiras, lo que coloca todos los elementos de una relación perversa para el público pero muy provechosa para las partes en cuestión.
IV - El récord perfecto de la ignorancia y la mentira
De una u otra forma, con o sin relaciones inconfesables, tenemos aquí a otro gran seudo-escéptico propagando falsedades ( como cuando trata de hacer pasar fraudes por ciencia ) y escondiendo la mano ( enguantada en blanco ), la misma mano que usa para darse golpes de pecho sobre lo cientifiquísimo que es y lo librepensador que se siente todas las mañanas y tardes, y cómo odia la seudo-ciencia y las mentiras.
Conclusión
No puede ser casualidad que dos seudo-escépticos de este nivel aboguen por el mismo conocido veneno.
Referencias
Antecedente: El Sacerdocio de la Ciencia XIX
Continuación: El Sacerdocio de la Ciencia XXI
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